No cabe duda de que este apartamento del neoyorquino Greenwich Village puede presumir, y con razón, de tener exquisitos muebles de diseño de algunos de los mejores nombres propios del estilo Mid-Century: desde Pierre Paulin o René-Jean Caillette, pasando por Pierre Jeanneret, Joaquim Tenreiro, Martin Eisler y Carlo Hauner. La interiorista Sandra Weingort, la culpable del resultado final, además ha integrado todo ello con piezas de arte contemporáneo en las que el pop art y la abstracción aportan un toque de color a las paredes de todas las estancias. Sobrada de lujo, y sin ningún atisbo de ostentación, esta vivienda es un museo en sí misma.