Casona Sforza es un nuevo hotel situado en Oaxaca, México, y diseñado por el arquitecto Alberto Kalach inspirándose en técnicas milenarias y con una notable vocación por recuperar las tradiciones no sólo como fondo cultural sino recurriendo al trabajo de los artesanos, a los productos y los accesorios que se fabrican y cultivan en el lugar. El proyecto (un sueño de su fundador, el empresario Ezequiel Ayarza Sforza) ubica entonces esas formas en bóveda arqueada en la propuesta arquitectónica de un hotel que aspira a comunicarse con las comunidades indígenas de Oaxaca y unirse a la naturaleza. La cosmovisión de los pueblos originarios de América –se sabe- incluye la creencia de que la naturaleza es "su casa".
El hotel boutique Casona Sforza consta de volúmenes abovedados de distinta altura y asimétricamente dispuestos. El ladrillo emite frescor y la forma en bóveda se ha mostrado resistente a los terremotos y permite –según el equipo- la circulación de energía positiva en las habitaciones. Un pasillo atraviesa el centro del hotel y conduce a la piscina circular, rodeada de las bóvedas arqueadas. En el diseño interior, supervisado por el estudio mexicano MOB, prevalecen las maderas locales, los colores terrosos y las piezas de artesanía.