Un apartamento tipo 'loft' en Viena para un apasionado trotamundos

Carácter industrial y esencia minimalista caracterizan a esta vivienda diseñada por Annabell Kutucu y situada en pleno centro de la capital austriaca.

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Salón y comedor con puertas correderas en cristal transparente que separan ambientes

Situado en el concurrido 6º distrito de Viena, este luminoso y amplio apartamento es uno de los últimos proyectos llevados a cabo por la diseñadora de interiores con sede en Berlín Annabell Kutucu.

Comedor con luminarias suspendidas sobre la mesa de madera y focos alineados en la zona de salón, con grandes aperturas hacia el exterior

El resultado es un refinado loft, con una paleta de tonos monocromáticos, proyectado para un propietario con interés por el diseño que ha viajado mucho.

Mesa de comedro de madara con sillas de estructura tubular y tapicería en tonos tierra, estanterías a ambos lados abiertas

El suelo de hormigón cepillado le da a la vivienda una discreta estética industrial que se acompaña de mobiliario predominantemente de madera y hecho a medida.

Comedor y salón con alfombras de lino deliminando las áreas, sillas y sofá en tonos crudos y butacas y muebles de madera

Los techos altos y los grandes ventanales crean una sensación general de amplitud que se evidencia en el luminoso espacio central y abierto de la vivienda presidido por el salón y el comedor. 

Mueble contenedor en salón, de madera oscura, junto a butacas de madera y tapicería en marrón oscuro.

La composición de los interiores hechos a medida a partir de muebles fabricados en madera y piezas de diseño vintage de mediados del siglo XX,  se tiñe de una paleta de colores grises y marrones. 

Taburete y butaca de madera en tonos marrón oscuro

Mubles cálidos y textiles naturales a base de lino contrastan con el hormigón empleado para el pavimento. El resultado es un rico juego de texturas y materiales que dotan al conjunto de personalidad y carácter.

Mesa de centro recuperada en madera, sofá de notos claros y cojines a juego

El interior se convierte en una mezcla ecléctica que rezuma lujo y proyecta paz y serenidad gracias a sus colores terrosos, sus acabados naturales y la luminosidad del ambiente.

Estantería de madera y acero en negro, suelo de hormgión, mesa y silla en madera y módulo contenedor con estructura en blanco y frentes en madera de wengué

Una llamativa cocina negra con adornos en blanco brillante marca el tono del resto de los espacios, partiendo de un contraste entre los tonos claros y oscuros.

Zona de paso hacia comedor, con mueble en blanco y wengué, baldas de madera con vajilla

Los 300 m2 de superficie de la vivienda se conciben como un tranquilo refugio, cuya diáfana distribución resulta ideal para acoger a gente y disfrutar de forma distendida del espacio más público y social.

Zona de paso hacia salón, paredes en blanco, suelo de hormigón, banco de hierro y baldas de madera

Amplias zonas de paso favorecen las conexiones y la comunicación fluida entre los diferentes espacios que conforman la vivienda. Los huecos de las puertas se integran por completo en la estructura para minimizar su presencia. 

Estantería cromada en negro del salón, con vajilla y menajje en barro y madera

Se han empleado estanterías abiertas de metal y madera para dejar a la vista los múltiples elementos y dotar al conjunto de todo el volumen permitido.

Zona de salón con mesa de centro rectangular en madera, sofá en gris claro, taburetes a juego de madera, estantería de hacero

El apartamento está dividido en dos unidades con una conexión sin fisuras a través de puertas correderas que optimizan el espacio disponible.

Dormitorio con ropa de cama en gris, y zona de trabajo con balda sujetada en pared y silla, todo de madera.

Las piezas de arte se engloban sin pretensiones dentro del conjunto del proyecto, basado en soluciones simples, personalizadadas y a la vez muy efectistas, llevadas a cabo por Annabell Kutucu.

Balda de madera suspendida en la pared, cestos de mimbre con cojines y mantas

Piezas austeras y singulares visten las diferentes estancias sin recargarlas, bajo una estética minimalista y funcional. 

Dormitorio principal con cabecero de cama en lino, apliques de foco negro y taburete de madera

Rompiendo la hegemonía de paredes y techos blancos, las elegantes luces negras de rieles, junto con apliques y opciones suspendidas proporcionan una amplia iluminación a las diferentes áreas de estar.

Puerta corredera hacia cuarto de baño, revestido de hormigón, con radiador en pared gris oscuro, toallero y zona de lavamanos

La ausencia de vivos colores, lejos de resultar aséptica, dota a espacios como el baño de fuerza y personalidad. Además, el empleo de un mobiliario ligero, enfatiza la amplitud de la estancia. 

Lavamanos de cuarto de baño con estructura de piedra y hierro, lavamanos circulares y grifería en negro, cestos en la parte inferior

El dramático contraste entre tonos marrón y negro presentes en revestimientos, grifería y mobiliario, crean un ambiente llamativo en el cuarto de baño.

Tras proyectar algunos de los retiros de lujo más idílicos en destinos como México o Mykonos, la interiorista berlinesa Annabell Kutucu se ha sumergido en uno de los barrios más concurridos de Viena para dar forma a este luminoso apartamento de 300 m2 de superficie. Los techos altos y las grandes ventanas precortadas crean un ambiente diáfano y favorecen la comunicación fluida por todo el apartamento, interceptada por puertas correderas que dividen el apartamento en dos unidades.

La vivienda se ha concebido a modo de loft, con reminiscencias industriales como son el suelo de hormigón o las estanterías metalizadas, y una vez se accede a ella llaman la atención los múltiples objetos que su propietario, gran amante de los viajes, ha ido coleccionando y trayendo de diferentes partes del mundo. Partiendo de una paleta de tonos naturales y un rico festín de texturas, el apartamento proyecta una cálida mezcla de espacio sereno y con carácter donde los suelos de hormigón conviven con paredes de cemento pintadas con pintura mineral, y todo ello equipado con mobiliario predominantemente de madera y textiles de rafia, lino y algodón.

Las piezas de arte y las de estilo vintage se combinan con diseños contemporáneos, creando unos ambientes envolventes y eclécticos ideales para disfrutar con amigos. En este sentido, el epicentro de la vivienda es el espacio diáfano en el que se dan cabida cocina, comedor y salón. Todos ellos se fusionan bajo una misma dominante cromática a excepción del módulo de cocina, cuya estructura exterior en blanco brillante contrasta con el acabado oscuro de los frentes de armario. Este juego de opuestos se remite también en las luminarias cuyos acabados en negro destacan sobre las paredes blancas. El resultado es una vivienda de sofisticada belleza natural, rica en detalles y matices y convertida en el refugio y verdadero hogar del viajero.

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