Un apartamento en Madrid como escenografía vital
Este piso de soltero proyectado por Gon Architects se abre por completo para dejar fluir los espacios y la luz, a través de una disposición versátil y flexible.
En la tercera planta de un edificio residencial, en pleno barrio de Malasaña de Madrid, se encuentra esta vivienda de 124 m2 de superficie que Gonzalo Pardo, de Gon Architect, y Ana Torres se han encargado de rediseñar y proyectar en función de las necesidades de su propietario. La vivienda, con una estructura tradicional, contaba originalmente con una sucesión de habitaciones aisladas, de distintos tamaños, conectadas por un largo pasillo. Un planteamiento que los responsables del proyecto han desdibujado por completo, vaciando toda la casa, tirando abajo tabiques y organizando el espacio doméstico como un ambiente diáfano, con una fuerte optimización de la luz natural.
Una de las particularidades de la vivienda es la gran longitud de la planta que alcanza los 21 metros lineales de un extremo al otro. Con el objetivo de potenciar esta condición, el espacio doméstico se ha unificado y replanteado como una sucesión de estancias y zonas conectadas entre sí, de generosas dimensiones y con soluciones versátiles y flexibles que se adaptan a las necesidades de cada momento del propietario. De este modo, gracias al empleo de cerramientos correderos, se divide la zona de día, más social, de la más privada, donde están el dormitorio principal y el cuarto de baño. Asimismo, junto al comedor, se habre un espacio de estar, contiguo al salón que también brinda la opción de aislarse tras paneles correderos y habilitar, así, una habitación de invitados.
Sobre una base de suelo de madera continuo, los diferentes espacios conforman lo que los autores del proyecto definen como “una producción escénica doméstica” donde se suceden escenas cotidianas del día a día, que son susceptibles de transformarse y adaptarse a las necesidades del momento.