Un apartamente inspirado en la antigua filosofía japonesa wabi-sabi
Nelson Chow se basa en la transitoriedad y la imperfección de los objetos y procesos naturales a la hora de proyectar este apartamento en Hong Kong.
El fundador del estudio NC Design & Architecture Ltd., el arquitecto Nelson Chow, ha sido el encargado de dar una segunda vida a esta apartamento de 157 m2 de superficie. Ante la petición de los clientes de crear un espacio muy funcional que se vea atractivo y que envejezca bien, el responsanble del proyecto ha llevado a cabo la reforma tomado como punto de partida la filosofía japonesa wabi-sabi. Para ello, se ha centrado en la esencia misma de las cosas, buscando la belleza en la imperfección, a partir de la combinación de materiales nobles como la madera y el noble, con otros más modestos como el bronce oxidado o el yeso texturado.
El apartamento está dividido en tres áreas principales: salón, dormitorio y baño, que representan el viaje ceremonial de tres pasos del wabi-sabi que te lleva desde el jardín de esculturas, al santuario y al altar. Además, la cocina, el segundo baño y el estudio se encuentran al final del apartamento, todo ello conectado por pasillos oscuros revestidos de madera. La estética japonesa está en todas partes partiendo de la sala de estar, concebida como un "jardín de esculturas" y donde cada pieza de mobiliario e iluminación responde a un lenguaje geométrico audaz y una materialidad táctil suntuosa. Por su parte, el dormitorio principal ha sido diseñado como un "santuario" con paredes de textura beige, cabeceras de cuero y armarios de madera oscura. Los armarios de la cama y las luminarias colgantes están hechas con bloques de mármol. Más abajo del pasillo hay una discreta puerta que conduce al vestidor y al baño, designados como el "altar" por los espejos arqueados que recuerdan a las bóvedas de las iglesias.
Con este proyecto, el estudio NC Design & Architecture Ltd. llena de serenidad y confort un apartamento en el centro de Hong Kong, que hace sentir a quienes viven en él relajados. Y todo ello en medio de un pequeño oasis ajeno al ajetreo diario de la ciudad.