Este es el apartamento de Miami en el que Zaha Hadid pasó sus últimos días
Entramos en el espacio en el que la diva de la arquitectura contemporánea vivió antes de fallecer repentinamente. Sus increíbles vistas y el inconfundible sello de la arquitecta de origen iraní son su principal atractivos. Hoy se alquila por 27.000 dólares al mes.
Situado en 2201 Collins Avenue, 728/730 Miami Beach, Florida, el apartamento posee unas vistas increíbles del Océano Atlántico y South Beach. Desde todas sus estancias se puede ver el mar, tiñendo de azul sus blancos interiores diáfanos.
El diseño de sus interiores lo hizo la mismísima Zaha Hadid para poder disfrutar de su peculiar estilo de vida. Espacios abiertos que se comunican con fluidez y tonos relajantes, que seguramente la ayudaban a encontrar la paz en su agitada mente.
El apartamento mide casi 180 m2 y consta de salón, comedor, una pequeña cocina, dos dormitorios y tres baños. Todo ello rodeado por balcones y terrazas que se asoman a la playa.
El edificio se construyó en 2009, por lo que, con apenas 10 años, todos sus servicios y zonas comunes son modernos, al estilo Miami Beach.
La transición entre el salón y el comedor viene marcada por este impás tan Zaha Hadid, de líneas curvas, futuristas, exaltadas por el revestimiento plateado.
La paleta de materiales y colores que Zaha escogió para su casa es totalmente identificable con su estilo. Pavimento continuo en blanco, paredes blancas, perfiles de acero y lámparas de aluminio, cristal, mucho cristal, espejos... Todo crea una atmósfera luminosa e infinita que envuelve.
Apenas hay paredes en la que fue la residencia de la arquitecta y diseñadora más famosa. La zona de noche se separa de la de día mediante puertas plegables que hacen las veces de muro cuando se precisa intimidad y que se pueden llegar a abrir por completo para conectar del todo las estancias.
La distribución viene marcada por armarios empotrados, sin tiradores, que pueden confundirse con tabiques pero que sirven para guardar las cosas que se necesita en cada espacio. Diseño sí, práctico también.
En ciertas partes de la casa parece que estés en un barco, ya que el mar se asoma en múltiples rincones. Además, las líneas que dibujan lámparas y muros ayudan a crear dicha sensación ondulante.
Viendo la cocina, intuimos que la arquitecta era poco de cocinar. Se trata de una estancia cerrada y pequeña, eso sí, bien equipada y manteniendo la estética impecable del resto del apartamento.
El dormitorio principal, en blanco, negro y gris antracita, incluye grandes zonas de almacenaje y la cama orientada hacia las vistas al océano.
Y es que el paisaje forma parte de la decoración, con su intenso azul colándose por los ventanales. Un minimalismo casi monacal que responde a la exaltación de la arquitectura del espacio como auténtica protagonista.
En el baño, cristal y mármol veteado son materiales tan potentes que no precisan de mayor decoración. Un ambiente sereno y lujoso, aunque sencillo y práctico a la vez.
A los pies de la cama del otro dormitorio de la casa, un televisor instalado en la pared no tiene competencia con la belleza de las vistas de la playa de South Beach que se cuelan por esta esquina totalmente acristalada.
Este dormitorio cuenta con una salida a la terraza, donde las mañanas y las noches deben cobrar un significado bien especial, gracias a la ubicación privilegiada del edificio.
Otro de los baños del apartamento, el cual mantiene la imagen de los otros aseos, con los mismos materiales y colores, en diferente distribución.
Una de las terrazas del apartamento que fue de Zaha Hadid en Miami, desde la cual puede verse la inmensidad de la playa de South Beach.
Las terrazas son balcones alargados en los que cabe incluso una amplia zona de comedor exterior.
Y, como no, el edificio cuenta con una piscina comunitaria donde saltar del agua dulce a la salada en poco más de un minuto.