Nunca pensarías que esta moderna casa fue un día una fábrica de papel
Compleja, lúdica y fluida. Así es esta vivienda, proyectada por el estudio dublinés Kingston Lafferty Design, donde su pasado industrial se fusiona con un diseño contemporáneo para dar como resultado unos interiores sofistacados y claramente evocadores.
Una antigua fábrica de papel del siglo XVIII ha sido el punto de partida para el estudio de diseño de interiores Kingston Lafferty Design (KLD) a la hora de afrontar el reto de renovar la superficie existente y ampliarla para lograr una vivienda a medio camino entre su pasado histórico y su presente más vanguardista. Con un enfoque creativo y totalmente personalizado, el estudio responsable del proyecto, con sede en Dublín, ha optado por yuxtaponer la herencia industrial de la casa con el minimalismo del nuevo edificio, todo ello bajo una ecléctica variedad de estilos presentes en las diferentes área de la casa. Lejos de crear un mosaico de interiores temáticos, la vivienda de cuatro dormitorios se despliega sin esfuerzo en un equilibrio encantador que conecta en lugar de separar las habitaciones, y donde prima la simplicidad y el uso de detalles distintivos.
Para establecer la conexión entre los antiguos y los nuevos espacios de la casa, se ha aprovechado al máximo los magníficos arcos originales pero también la nueva y limpia extensión con mucho cristal y fomentando, en la medida de lo posible, la ausencia de tabiques. En su lugar, se han empleado elementos separadores como la isla de cocina de mármol o puertas de vidrio acanalado que han ayudado a dividir la amplia y diáfana área social en zonas específicas.
La fluidez espacial es una constante en todo el proyecto, desde los espacios abovedados del comedor y la cocina a los más minimalistas como el salón o los dormitorios. Esta facilidad por transitar por el espacio también se extiente más allá del interior de la casa, como se evidencia en una de las terrazas exteriores que conecta con el comedor mediante una mesa en voladizo totalmente revestida de baldosas azul brillante.
La variada paleta de materiales se extiende también a la selección de mobiliario que combina piezas clásicas de mediados de siglo, como la mesa Tulip de Eero Saarines, con piezas contemporáneas como las luminarias suspendidas de color rojo brillante de Maison Dada o las circulares de latón de Edizioni Design, así como piezas a medida diseñadas específicamente para el proyecto por KLD que van desde los espejos elípticos recubiertos de latón que bordean el vestíbulo de entrada, hasta la cama del dormitorio principal.