Un ático en Barcelona sin personalidad se transforma en un espacio contemporáneo y de gran atractivo gracias al trabajo de Isabel López-Vilalta. Aprovechando las dimensiones del piso, la diseñadora de espacios crea un lugar para disfrutar, con espacios interconectados que facilitan la fluidez. La transformación del pasillo, antes oscuro y sin vistas y ahora con luz natural y permeable, es fundamental.
El estudio ha querido conservar algunos de los elementos para seguir dotando al piso de tradición. Pero también ha incorporado piezas contemporáneas, para que respire modernidad. Una de las transformaciones más espectaculares es la del cuarto infantil, donde se ha incluido un gran tobogán que es el centro de los juegos de los niños. La presencia de molduras a lo largo del piso añade sofisticación y un aire intelectual.