Este piso está situado en la segunda planta de una finca de principios del siglo XX en el madrileño barrio de Las Letras. Nadie lo diría: no hay ni rastro de las habituales vigas vistas, pilares de madera, paredes de ladrillo o escayolas. En su lugar, un lienzo blanco impecable sin fecha de caducidad. "Ya se le había hecho una reforma 'malucha' en el año 2000, y no quedaba ningún elemento con encanto que recuperar", explican Reyes Castellano y Juan Carlos Fernández, de Ventura Estudio. Seguía, eso sí, muy compartimentado y oscuro, y ellos se lanzaron a limpiar y abrir los espacios creando junto a las dos ventanas balconeras una gran zona común que incluye cocina, salón y comedor. La separación entre la primera, empotrada en un volumen de roble, y los segundos la delimitan las tres columnas de madera, que ellos han forrado de hierro por necesidades de refuerzo estructural.
Tampoco cayeron en la tentación de dejar las vigas a la vista. "Las escondimos deliberadamente para evitar un aspecto excesivamente rústico ya que originalmente en estos pisos tampoco se veían". La intervención ha sido total puesto que ellos también buscaron la casa para los propietarios, una pareja que reside en Londres, con su servicio Ventura Home Services y la decoraron solo con las piezas justas y necesarias, varias a medida, en una mezcla entre diseño y artesanía.