Hedonismo nórdico
Casa en Estocolmo (Suecia), de Claesson Koivisto Rune
En un paisaje idílico a las afueras de la capital sueca, que parece pintado en tonos difuminados, se levanta esta casa prefabricada de madera de pino, proyectada por el estudio Claesson Koivisto Rune en colaboración con la interiorista Lotta Agaton y la empresa de prefabricación Arkitekthus AB. De una sola planta, con la cubierta inclinada y una distribución interior de afable simplicidad, la vivienda se abre a la belleza del entorno a través de grandes cristaleras conectadas con un amplio porche central.
Si llegáramos a la casa en barca, nos bajaríamos en un largo muelle que recorreríamos escuchando el rumor del agua acariciando la orilla de guijarros y matorrales acuáticos, hasta llegar al porche. Las tablas de madera tienen un tono como envejecido, grisáceo, pardo y verduzco, que tiene la virtud de incorporar la construcción al reino del paisaje natural.
La cubierta inclinada es el elemento protagonista del sobrio lenguaje arquitectónico que despliegan los autores (no en balde la han bautizado como la Casa del Tejado Plegado). Un gesto simple, detrás del cual hay siglos de sabiduría estética. La distribución interior dispone los dormitorios (suite a un lado; dos habitaciones con baño compartido al otro) en los extremos de la planta, y las zonas diurnas (cocina, comedor, salón) en el medio, bañadas por la luz que desde la limpidez de la planicie de agua y del cielo entra por los ventanales.
Como si el interior de la casa se retrajera, creando un porche cubierto donde se duplican al aire libre espacios sociales, los vínculos entre el escenario interior y el exterior se resuelven de manera sutil. La alfombra del estar sobre el pavimento de gres es de un verde vegetal, que dialoga con las copas de los chopos de la orilla. Los propios arquitectos diseñaron parte del mobiliario, como la pieza de mármol y madera lacada de la cocina.
En la atmósfera de luz plateada de esta casa, cualquier detalle, cualquier color, cobra más fuerza.