En Praga, el estudio checo ORA (Original Regional Architecture) recibió el encargo de distribuir los 36,3 metros cuadrados y diseñar el interior a medida de una vivienda pensada como residencia de fin de semana para que una familia de cuatro personas pueda vivir cómodamente.
"En nuestra tarea nos deshicimos de todas las particiones innecesarias y creamos un estudio. Solo el baño permaneció separado", explican los arquitectos que dejaroon un espacio libre en el centro del estudio, para dormir se inspiraron en las camas medievales y realizaron mobiliario empotrado hecho a medida.