Que arquitectos españoles hayan ganado siete de las quince ediciones del Premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea - Premio Mies van der Rohe, instituido en 1988 con carácter bienal –al que se añadió en 2000 el Premio Arquitecto Emergente–, evidencia la inequívoca proyección internacional que ha alcanzado la obra de los profesionales nacionales desde que España abandonara su ostracismo europeo a mediados de los años ochenta. De hecho, el origen del Premio –cuyo objetivo es reconocer y apoyar la excelencia de la arquitectura europea en términos conceptuales, sociales, culturales y técnicos– se debe a la iniciativa del entonces europarlamentario catalán Xavier Rubert de Ventós, quien presentó la propuesta al Parlamento europeo en 1987, un año después de la reconstrucción del Pabellón Mies van der Rohe de Barcelona.
Las arquitecturas reconocidas en este galardón, construidas en momentos diferentes de la historia europea contemporánea, han tenido una influencia más allá de las fronteras españolas y han estado ligadas a grandes eventos como las Exposiciones Internacionales y los Juegos Olímpicos, la aplicación de los fondos estructurales y de cohesión de la Unión Europea y a decisiones políticas que ayudan a mejorar la calidad del territorio.
La exposición Spanish Architectures. Crónica desde Europa que arranca el 6 de septiembre en la Sala La Arquería de los Nuevos Ministerios de Madrid y permanecerá abierta hasta el 28 de octubre es un recorrido por las más de 300 arquitecturas construidas en territorio español, o por arquitectos españoles en Europa, que han sido nominadas al Premio durante sus treinta años de historia.
La muestra se divide en siete capítulos que sugieren una forma de agrupación de todos los trabajos a partir de los siete proyectos españoles ganadores: Grandes Eventos, Reparaciones Urbanas, Catalizadores Culturales, Interiores, Lo pequeño, Movimientos y Los Ausentes. En ella se podrán ver desde la primera obra ganadora del premio, el Pabellón Olímpico de Badalona, de Bonell i Rius (1992), hasta el último trabajo español galardonado, la Filarmónica de Szczecin en Polonia, del estudio Barozzi/Veiga (2015), pasando por el Kursaal en San Sebastián, de Rafael Moneo (2001), y el MUSAC en León de Mansilla+Tuñón (2007).
Se incluyen también los tres proyectos que han ganado el premio al arquitecto emergente: la Casa Collage en Girona, de Bosch+Capdeferro (2011), el Red Bull Music Academy/Nave de Música Matadero Madrid, de Langarita+Navarro, y la Casa Luz en Cilleros (Cáceres), de Arquitectura-G.