Tras ser, (como prácticamente todo), pospuesto durante un año, la ciudad de Londres retoma una de sus grandes tradiciones; con la llegada del verano aterriza en Kensington Gardens el pabellón anual de la Serpentine Gallery. Este pabellón es siempre una gran oportunidad para que arquitectos de fuera del país tengan un inmenso escaparate de su trabajo en el que experimentar libremente, y darse a conocer a un público más amplio. Counterspace, el estudio de arquitectura de Johannesburgo dirigido por Sumayya Vally ha sido el seleccionado para su creación.
Sumayya cuenta que, según su parecer, en un mundo tan diverso como el que ahora vivimos, el papel de la arquitectura hoy en día es el de repensar las estructuras existentes para que reflejen la pluralidad de quien somos. La idea detrás de su diseño para el Serpentine Pavilion ha sido la de dar lugar, en un espacio reducido, a todos los barrios de Londres, a todas las culturas que ahí conviven, a todo lo que fue, lo que es y lo que será. En sus formas se esconden alusiones a un gran número de lugares de culto de la ciudad, desde Librerías hasta mezquitas.
El nuevo pabellón está construido con acero recuperado, corcho y madera y está recubierto con microcemento. Contiene una gran variedad de texturas y una gama cromática que ve del rosa al marrón y que aluden directamente a la arquitectura londinense, haciendo referencia también a los cambios de luz a lo largo del día.
Vally ha construido un alegato a la identidad, a la comunidad, a la pertenencia y al encuentro, un alegato que pretende ser en sí mismo un punto de encuentro multicultural. Invitados por la arquitecta a esta mirada puesta también en el pasado, vamos a repasar a continuación la historia de este evento anual que marca el verano londinense echando un vistazo a los 19 pabellones que le precedieron.