Después de la torre Montparnasse, que terminó de construirse en 1973, ningún edificio de más de siete plantas ha visto la luz en París. Ahora, tras varios retrasos, el proyecto Triangle de Herzog & de Meuron finalmente tiene concedido el permiso de obra. Se codeará en altura con la torre más famosa del mundo, Eiffel, y con la de Montparnasse, y muy probablemente aumentará el atractivo de la zona del parque de exposiciones de la capital gala.
Este proyecto de 180 metros de altura se suma a las ciudades verticales que plantean cada vez más arquitectos como solución al alto coste del suelo en las grandes urbes y para facilitar la vida en las mismas. Véase el “De Rotterdam”, de Rem Koolhaas, en la homónima ciudad holandesa. Si por algo destaca Triangle, aparte de su tamaño, es por las consideraciones medioambientales del conjunto, donde la sostenibilidad prima para economizar la energía.
En forma de nido, de vela, de torre… los edificios de líneas limpias de Herzog & de Meuron no temen a la innovación. Triangle, haciendo honor a su nombre se perfila, como un triángulo con una base en forma de trapecio. Si se otea desde la zona centro de París, el edificio aparece como una delgada torre, sin embargo, desde el este y el oeste, su silueta triangular surge audaz. Su piel con textura nace de la intención de diálogo con el entorno urbano. Compacto y sencillo, el edificio responde a la optimización del suelo urbanizable y su orientación se ha cuidado para no generar sombras en las viviendas cercanas.
Puede que este sea el proyecto más “largo” de los suizos ya que se presentó en 2006 y su construcción se ha pospuesto desde 2014 debido a varias batallas legales. Ahora el asunto está olvidado, el tribunal administrativo de París ha concedido el permiso y el edificio de 42 plantas comienza su construcción. Su vasto interior acogerá 120 habitaciones de hotel, un espacio de coworking para 5000 personas, un espacio cultural dedicado al arte, al diseño y la arquitectura, un restaurante panorámico, un centro de salud e incluso una guardería. En sí, una verdadera ciudad aglutinada con espacios abiertos al público, que recupera la apariencia de una calle parisina con tiendas y restaurantes. Y en lo alto, un mirador desde donde descubrir toda la metrópolis.
Situado detrás de un área residencial y en el corazón del parque de exposiciones, Triangle pretende restaurar sabiamente el eje histórico entre la calle Vaugirard y la avenida Ernest Renan. Se suma así a la tendencia de proyectos de envergadura que las grandes ciudades y capitales encargan con la buena intención de crea una plaza pública, un lugar al que acudir. Puede que se convierta en el nuevo monumento de la ciudad con una silueta que redefinirá el skyline de París. Lo que es seguro es que atraerá a ciudadanos y visitantes a un área no marcada en las guías.