8 templos (modernos) de la lectura
Tengan formato digital o físico, los libros aún reciben la máxima veneración por parte de la arquitectura contemporánea
01
Serena lectura frente al mar
Visto desde fuera es una construcción de hormigón que simula ser una roca en mitad de la playa. Dentro aguarda una sala de lectura de la que emana la máxima serenidad al mirar a través de un enorme ventanal al mar de la China Meridional. Su techo combado y la combinación de las superficies de madera y paredes de hormigón sin pulir dejan todo el protagonismo a los libros. Obra del estudio Vector Architects, la Biblioteca en la Playa se sitúa en la ciudad de vacaciones Nandaihe Pleasure City, a cerca de 300 kilómetros de Pekín, y completa sus instalaciones con una sala de meditación, otra de trabajo y un bar.
02
Otra película
Una librería como lugar de encuentro. Sobre esta premisa transformó el estudio brasileño mk27, comandado por Marcio Kogan, un viejo cine en la Livraria Cultura de São Paulo (Brasil). Se buscó que los visitantes no solo encuentren el libro que buscaban sino que además permanezcan allí un rato para disfrutar de la experiencia, para lo que se habilitaron numerosos rincones de lectura como las mismas escaleras del fondo. Su enorme planta deja los libros pegados al fondo para dejar en medio un espacio fluido y polivalente donde montar desde conferencias hasta conciertos de música.
03
La cueva primigenia
Para la biblioteca de la facultad de bellas artes de la Universidad de Tama, a las afueras de Tokio, Toyo Ito, adicto a las formas orgánicas, imaginó una suerte de bosque de arcos de hormigón, cuyos anchos varían de 16 a 1,8 metros; la propia fachada se curva en dos de sus lados. Lo que quiso representar el arquitecto fue la cueva primigenia, un espacio de recogimiento ideal para la lectura. Dentro, los arcos se suceden en un aparente caos, simulando estalactitas y creando un múltiples perspectivas. En un inicio quiso hacer el edificio subterráneo para ser más fiel a esta idea, pero problemas presupuestarios se lo impidieron; la alternativa resultó en todo caso magnífica.
04
El depósito polivalente
La construcción del Dipòsit de les Aigües en 1874 tuvo como función regar los jardines del parque de la Ciudadela de Barcelona. Tras más de cien años de usos diversos –asilo municipal, almacén de los bomberos, archivo de justicia…–pasó a ser propiedad de la Universidad Pompeu Fabra, cuyas obras de rehabilitación iniciaron los arquitectos Lluís Clotet e Ignacio Paricio en 1993, comenzando a funcionar como Biblioteca General de la Universidad en 1999. El espacio interior es de una solemnidad abrumadora. La respetuosa intervención utilizó elementos prefabricados para que todo se pueda volver a sacar y dejarlo tal y como estaba. Nuevos niveles crearon lugares de lectura muy diferentes, unos con alturas de cerca de 2 metros y otros de más de 12 metros bajo las bóvedas, para que cada persona pueda elegir su lugar ideal de lectura en función del humor del día.
05
Un túnel de libros
Studio XL-Muse, con base en Shanghái, dispuso un suelo de espejo oscuro y un techo abovedado al entrar en la librería de la tienda Yangzhou Zhongshuge para crear el efecto de entrar en un túnel de libros. Se produce asimismo la sensación de andar en un río, todo ello inspirado en el paisaje lacustre de la zona y en sus puentes abovedados. La "corriente" conduce a una sala abierta de lectura soportada en sinuosos pilares blancos y a una "ciudad de lectura" para niños.
06
The "librería"6
Tras el éxito obtenido con su colorido pabellón de la Serpentine Gallery en 2016, el estudio de arquitectura madrileño Selgascano abrió poco después, de nuevo en Londres, la "Librería" (en castellano) situada en el este de la capital. El local se inspira en el cuento de Jorge Luis Borges La Biblioteca de Babel, cuyas galerías hexagonales guardan todas las combinaciones de letras posibles, una sensación de infinitud que recrearon con formas irregulares y espejos. Artistas de la Slade School of Fine Art fabricaron las estanterías con madera reciclada. La librería, donde los teléfonos móviles están prohibidos, supone además un homenaje al libro como soporte físico.
07
Un nuevo cascarón
La casa, de principios del siglo XX, no se podía tocar y para que así fuera, Fernanda Canales and Arquitectura 911sc, tuvieron la inteligente idea de envolverla en hormigón y cristal. Transformada en el Centro Cultural Elena Garro, en México DF, vio con esta solución como se multiplicaba su superficie al extender el nuevo cascarón más allá de la fachada, abriendo así el edificio al exterior. La flamante entrada, prolegómeno de la antigua, muestra las primera estanterías de las muchas que aguardan dentro, incitando a la lectura desde la propia calle.
08
Lecturas a lo grande
Berlín es en general una ciudad de baja altura en la que los edificios no suelen superar los 22 metros de alto. Para remarcar la importancia cultural del centro Jacob y Wilhelm Grimm, erigido en 2009 por Max Dudler, este alcanzó en una de sus torres los 38. El corazón del edificio es su gran sala de lectura, de múltiples niveles y diseño de aires escénicos. No obstante, los 2,5 millones de artículos de la colección también se pueden leer en salas más pequeñas en caso de necesitar de intimidad. Se trata de una biblioteca de asombrosa profundidad con una estructura porosa y abierta.