Si te atrae el arte y la cultura, Santander es tu nuevo destino imprescindible

Banco Santander remodelará sus sedes en la capital cántabra con proyectos de David Chipperfield y Cruz y Ortiz para mostrar su colección privada con obras de El Greco, Rubens, Picasso o Miró, entre otras.

Imagen del interior del arco del edificio de Paseo Pereda que muestra la conexión entre galerías y la nueva ventana a la ciudad.

Imagen del interior del arco del edificio de Paseo Pereda que muestra la conexión entre galerías y la nueva ventana a la ciudad.

David Quesada
David Quesada

Redactor jefe de Arquitectura y Diseño

Si hace poco más de dos años la apertura del Centro Botín, obra de Renzo Piano, ponía a Santander en el mapa de los grandes destinos del arte contemporáneo, la capital cántabra ha dado una nueva vuelta de tuerca a sus aspiraciones a convertirse en meca internacional de la cultura. Y lo hace otra vez de la mano de su institución más conocida, el Banco Santander, que ha anunciado la transformación de sus edificios más emblemáticos en la ciudad, Paseo Pereda y Hernán Cortés, para convertirlas en polos dinamizadores de la vida artística y cultural.

Su característico arco será el elemento vertebrador del proyecto de la sede de Paseo Pereda. En él se instalarán obras de arte de grandes dimensiones que serán visibles manteniendo la transparencia.

Su característico arco será el elemento vertebrador del proyecto de la sede de Paseo Pereda. En él se instalarán obras de arte de grandes dimensiones que serán visibles manteniendo la transparencia.

La actual sede social de la entidad en Paseo Pereda, cuyos orígenes se remontan a 1795, se abrirá al público para alojar su colección de arte, que comprende más de mil obras de artistas como Rubens, El Greco, Picasso, Chillida y Miró, entre otros. También incluye importantes obras de los artistas José Solana y Josep Sert, así como la mayor y mejor colección privada del mundo de José Gutiérrez Solana.

La galería de la cuarta planta estará dedicada a exposiciones temporales.

La galería de la cuarta planta estará dedicada a exposiciones temporales.

Para ello se ha elegido a un experto en hilar lo viejo y lo nuevo con sensibilidad, el arquitecto británico David Chipperfield. El autor de la ampliación de la Royal Academy de Londres y la remodelación de la isla de los museos de Berlín propone en este caso convertir su elemento más característico, el gran arco que genera un puente sobre la Calle Marcelino Sanz de Sautuola, en un conector, uniendo ambas partes del edificio en los pisos superiores que permitirán la circulación vertical y transversal, reforzando las cualidades urbanas del arco como una puerta singular entre la ciudad y la bahía.

En el proyecto de remodelación de la sede de Hernán Cortés, la coherencia con el edificio original se manifiesta en la organización espacial a través del patio, que se prolongará hasta la planta semisótano.

En el proyecto de remodelación de la sede de Hernán Cortés, la coherencia con el edificio original se manifiesta en la organización espacial a través del patio, que se prolongará hasta la planta semisótano.

Por su parte, el antiguo Banco Mercantil, situado en la calle Hernán Cortés, será la nueva sede territorial del banco tras la rehabilitación y remodelación del edificio que llevará a cabo el estudio Cruz y Ortiz Arquitectos. Aunque el edificio ha sido reformado en varias ocasiones a lo largo de su historia, el proyecto original es obra del arquitecto Casimiro Pérez de la Riva. Data de 1900 y pertenece al “estilo francés moderno” que se desarrolló en Cantabria a finales del siglo XIX.

De izquierda a derecha, el arquitecto David Chipperfield; la alcaldesa de Santander, Gema Igual; el presidente de Cantabria, Miguel Angel Revilla; la presidenta de Banco Santander, Ana Botín, y el arquitecto Antonio Ortiz.

De izquierda a derecha, el arquitecto David Chipperfield; la alcaldesa de Santander, Gema Igual; el presidente de Cantabria, Miguel Angel Revilla; la presidenta de Banco Santander, Ana Botín, y el arquitecto Antonio Ortiz.

El proyecto de los autores de la remodelación del Rijksmuseum en Ámsterdam prevé recuperar el valor patrimonial del edificio, al mismo tiempo que adecuarlo a las nuevas necesidades del banco. Tras la reforma, quedará dividido horizontalmente en dos partes: planta baja y semisótano, que acogerán una sucursal abierta al público; mientras que las plantas superiores estarán destinadas a oficinas administrativas de la entidad financiera.

La coherencia con el edificio original se manifiesta en la organización espacial a través del patio, que se prolongará hasta la planta semisótano. De esta forma, se asegura una visión total del patio, además de mejorar la iluminación de todas las plantas, gracias al chandelier que lo corona.

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