Un restaurante oculto en un bosque de eucaliptos

Un halo de misterio rodea al restaurante Garden Hotpot de MUDA-Architects en Chengdu, al suroeste de China. Este proyecto fusiona la cultura gastronómica con un entorno ecológico natural único. ¿Nos adentramos?

Roser Vendrell / Fotos: arch-exist, MUDA-architects

22 de febrero de 2020, 20:39

restaurante Garden Hotpot de MUDA-Architects en Chengdu China

El restaurante Garden Hotpot se encuentra en el interior del municipio de Sansheng, ubicado en el suburbio de Chengdu, conocido como "pulmón verde", gracias a sus condiciones naturales únicas y recursos ecológicos. Rodeando un estanque de lotos y escondido en un bosque de eucaliptos, su arquitectura serpenteante se adapta al terreno, ofreciendo una experiencia sublime.

Sobre la premisa indiscutible de rendir el mayor respeto al entorno natural, el estudio MUDA-Architects decide eliminar la escala arquitectónica, dejando de lado las paredes, y solo utilizando pilares y tablas para aislar ligeramente el edificio del bosque. De esta forma, la construcción se integra de un modo 0 agresivo, resiguiendo la silueta del lago colindante, repleto de nenúfares. El restaurante no tiene paredes, para comer o cenar en contacto directo con la naturaleza.

El vapor de agua que se forma en el lago forma las "paredes" del Garden Hotpot. La construcción se forma a lo largo del lago, algo que origina un efecto muy especial: el vapor de agua del lago se eleva, formando cortinas naturales que aportan privacidad. Es una bella metáfora de los humos de las ollas hirviendo del restaurante, que se encrespan entre los pilares y los árboles. Las columnas delgadas están distribuidas uniformemente en ambos lados y la curva dinámica del techo forma varios marcos de visualización, de modo que se pueden apreciar diferentes vistas durante el camino.

En total, el edificio tiene una circunferencia de 290 metros, con una altura de 3 metros y el ancho varía según el entorno natural. El suelo se ha pavimentado con madera anticorrosiva y el techo está hecho de chapa de acero galvanizado, recubierto con pintura de fluorocarbono blanco, en contraste con el entorno exuberante que lo rodea. La arquitectura se ve condicionada en todo momento por el entorno natural y se adapta a él, no al revés.

La estructura de soporte son una serie de columnas de acero con un diámetro de 88 mm, alternadas con los troncos rectos de los eucaliptos. La barandilla de madera curvada junto a la orilla del lago se ha colocado para que los clientes disfruten de las vistas sin límites aparentes, lo que aproxima la naturaleza a las personas.

El entorno natural del sitio es el leit motiv del proyecto. El lugar es extraordinariamente hermoso pero complejo, ya que se han tenido que conservar cientos de árboles de eucalipto, en un terreno tortuoso con una caída en pendiente de casi 2 metros. Para respetar el entorno natural y minimizar la intervención humana, MUDA realizó el mapeo manual y el registro del sitio en persona, diseñando el edificio de acuerdo con la ubicación de los árboles de eucalipto y el lago.

La curvatura del techo está diseñada de acuerdo con las características y la función del lugar. El trazo lo marcan los árboles y el lago, en todo momento.

Además de dichos retos, MUDSA también tuvo que hacer frente a un presupuesto ajustado. Para garantizar la calidad, los arquitectos simplificaron nodos estructurales complejos e hicieron ajustes estratégicos de manera accesible para los trabajadores locales. Todo el edificio aplicó tecnología de soldadura de estructura de acero, lo que acorta considerablemente el período de construcción y reduce los costes.

El resultado final es ligero gracias en gran parte a sus transparencias. Los comensales se sientan alrededor del lago y el rocío del paisaje impregna todo el espacio, proporcionando una experiencia gastronómica y ecológica en perfecta comunión.

Comer o cenar en el restaurante Garden Hotpot, creado por MUDA-Architects, es todo una experiencia para los cinco sentidos. El gusto está asegurado por su autóctona gastronomía tradicional del suroeste de China. La vista disfruta del espectáculo natural del entorno. El tacto se refresca con el fino rocío del lago. El oído se deleita de los sonidos envolventes del bosque. Y el olfato recibe una explosión de estímulos gracias a los eucaliptos que rodean el espacio.

Este lugar mágico se ha inaugurado a mediados del 2019 y es, sin lugar a dudas, un edén que demuestra cómo la arquitectura puede ser 100% respetuosa con el medio ambiente.