Somos recuerdos y sobre ellos construimos lo que somos y hacemos. Así se expone en la muestra Recuerdos de infancia: la memoria en el diseño, que se puede visitar en el Roca Barcelona Gallery del 1 de septiembre al 22 de octubre. A través de fotografías, textos, bocetos, música, vídeos e incluso olores, enseña la cara más personal de destacados arquitectos y diseñadores de moda adentrándose en los recuerdos y percepciones de su infancia para desvelar las influencias secretas que han moldeado su trabajo.
Foto del álbum familiar de Adolfo Domínguez
La exposición, recién llegada de Londres, está inspirada en las palabras de Coco Chanel “La moda es arquitectura: se trata de una cuestión de proporciones”. En ella se muestran los recuerdos de infancia que marcaron la evolución creativa y profesional de los arquitectos Zaha Hadid, el dúo madrileño Nieto Sobejano, Daniel Libeskind, Kengo Kuma y Denise Scott Brown –recién galardonada con la medalla de oro del American Institute of Architects), en paralelo con los que han influido al diseñador de moda español Adolfo Domínguez y el diseñador de sombreros londinense Philip Treacy, autor, por ejemplo, del sombrero teléfono de Lady Gaga.
Durante su presentación en Londres Treacy comentaba que leer la revista Vogue en los años 70, que le llevaba su hermana a su Irlanda natal desde Londres, supuso para él una influencia decisiva. "También me fascinaba el mundo del circo y, en general, los logros excepcionales del ser humano con todas sus historias detrás. Cualquier niño sueña con hacerlas, pero, al crecer, se olvida. ¡Yo no! Sigo siendo ese niño de 6 años y honro a ese niño cada día".
Retrato de Philip Treacy para 'Vogue' (1991)
Foto: Kevin Davies
Zaha Hadid, en una de sus últimas entrevistas, contaba que "cuando tenía 7 años fui con mis padres a Beirut a ver unos muebles nuevos que habían encargado para nuestra casa. Aún recuerdo ir al taller del fabricante y ver nuestros nuevos muebles. El estilo era angular y modernista, acabado en color Chartreuse, y para mi habitación había un espejo asimétrico. Me quedé fascinada por el espejo y así empezó mi amor por la asimetría".
A través de experiencias multi-sensoriales que crean ‘pequeños mundos’ de memoria y diseño, el espectador descubrirá cómo los arquitectos y diseñadores han llegado a desarrollar proyectos tan personales y únicos, fruto de sus vivencias más íntimas.
Daniel Libeskind toca con ocho años el acordeón en su Polonia natal