¿Por qué este pueblo de Mallorca es el más bonito para viajar en junio según National Geographic?

La localidad elegida se encuentra a tan solo 20 kilómetros de Palma de Mallorca, en mitad de la Sierra de Tramuntana, y es el destino ideal para viajar a lo largo de este mes. National Geographic ha elegido el pueblo más bonito de España para viajar en junio.

El pueblo más bonito de España está en Mallorca según el National Geographic

El pueblo más bonito de España está en Mallorca según el National Geographic

Raquel Suárez
Raquel Suárez

Redactora web de Arquitectura y Diseño especializada en interiorismo y estilo de vida

Junio huele a planes. Y si ya estamos todos con las ganas de viajar al máximo, la motivación es mayor cuando lo recomienda una revista que sabe del tema como National Geographic, que si para abril nos recomendaba el pueblo de Trujillo, y para mayo nos presentaba el de Iznájar, en Córdoba, en esta ocasión nos presenta el pueblo más bonito al que viajar durante el mes de junio: Valldemossa, en Mallorca. La isla siempre es una buena idea, pero si es para descubrir paraísos preciosos fuera del circuito, todavía más. 

Ubicado a 20 kilómetros de Palma de Mallorca y en plena Sierra de Tramuntana, Valldemossa es un encantador destino en las Islas Baleares, caracterizado por sus casas de color ocre, calles empedradas, llenas de tiendas de artesanía, cafés y restaurantes, y por su cartuja, hogar del famoso compositor Frédéric Chopin. Este pueblo es un destino turístico que atrae a visitantes de todo el mundo. Además de su encanto histórico, el pueblo se encuentra rodeado de impresionantes paisajes naturales y vistas panorámicas al mar Mediterráneo.

 

Si hay algo que caracteriza a las islas, y, sobre todo, durante el verano, son sus playas. A pesar de lo montañoso del paisaje, Valldemossa tiene puerto para amarrar algunas pequeñas embarcaciones deportivas. Aunque para llegar hay que descender por una carretera llena de curvas, la experiencia de sentarse en la terraza del Restaurant Es Port puede convertirse en el mejor momento del día. Además, la playa de Sa Calobra, ubicada a hora y media del pueblo, es otra muy buena opción para disfrutar de unas vacaciones de lo más completas.

 

Calles pintorescas de Valldemossa

Calles pintorescas de Valldemossa

Calles pintorescas

A pesar de sus increíbles playas y calas, este pueblo mallorquín, en concreto, se caracteriza por sus calles, que son capaces de evocar una sensación de tranquilidad y belleza única. Con su arquitectura tradicional de casas de piedra y calles empedradas, se crean estrechos pasajes y callejones que invitan a perderse y explorarlos en profundidad. Las fachadas, de estética floral, agregan un toque pintoresco al ambiente. Además, algo que llama la atención es que algunas algunas de las casas cuentan con pequeños azulejos con escenas de la vida de Santa Catalina Thomàs, la única santa de la isla. 

 

Puerto de Valldemossa

Puerto de Valldemossa

¿Qué ver en el pueblo?

Valldemossa es un destino que combina historia con belleza natural y tradición, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de sumergirse en la cultura mallorquina y disfrutar de un entorno encantador.  Las posibilidades son variadas y, sobre todo, impresionantes. 

Cartuja de Valldemossa

Este antiguo monasterio es uno de los lugares más emblemáticos de la localidad. En un primer momento, este monumento fue residencia del rey Sancho I de Mallorca. Con el paso de los años, este palacio tuvo muchos usos, adaptándose a las necesidades y a los habitantes de cada momento. Además, también acogió a personajes célebres. La Cartuja fue hogar del famoso compositor Frédéric Chopin y de la escritora George Sand en el año 1838.  En la visita, es posible acceder a las celdas donde vivieron y donde se encuentran los documentos originales del alquiler de la celda y los gastos tuvieron durante su estancia en el Valldemossa. 

 

Valldemossa

Valldemossa

Iglesia de San Bartolomé

Situada en el corazón del pueblo, la iglesia de San Bartolomé es un hermoso ejemplo de arquitectura gótica mallorquinaedificada en el siglo XIII. Vale la pena visitar su interior para admirar sus detalles y obras de arte religiosas.

Mirador de Miranda

Para disfrutar de vistas panorámicas increíbles, el Mirador de Miranda es una excelente opción. Desde aquí es posible apreciar el paisaje montañoso que rodea al pueblo y disfrutar observar el mar Mediterráneo. Además, la plaza del mirador es en una de las mejores zonas para comer en Valldemossa.

Museo Municipal de Valldemossa

Para los más interesados en la historia y la cultura de la localidad, el Museo Municipal pone a su disposición una amplia colección con 1590 matrices xilográficas de los siglos XVI al XIX y objetos históricos que ayudan a comprender mejor la rica herencia del pueblo.

 

Calles de Valldemossa

Calles de Valldemossa

El paladar también disfruta en Valldemossa

La gastronomía de Valldemossa ofrece una experiencia culinaria única que combina la rica tradición mallorquina con los sabores de la zona. Entre sus platos más populares se encuentra la famosa coca de patata, o las exquisitas ensaimadas. Su cocina también destaca por su oferta de productos locales como embutidos, quesos y aceite de oliva.

En el pueblo, el sitio perfecto que despierta auténtica devoción gastronómica es Ca’n Molinas. Si decidimos visitar esta panadería, seguramente tendremos que hacer cola, pero sabiendo que este establecimiento ha sido capaz de convertir el típico bollo mallorquín en todo un objeto de deseo, valdrá la pena la espera. 

¿Por qué visitar Valldemossa en junio?

Si hay algo indiscutible es el hecho de que el verano se puede disfrutar muy bien en los pueblos de Mallorca. Además, si lo hacemos durante junio, podremos disfrutar de sus espectaculares playas y calas sin el estrés característico del mes de agosto provocado por el aumento de turistas. Para los más melómanos, el Festival Pianino es una muy buena opción para poder escuchar en vivo la música de Chopin.

 

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