La polémica por el derribo del Palacio Bellas Artes de San Sebastián

San Sebastián, capital del Cine, podría derribar una de las salas con más historia de la ciudad. Se trata del Palacio Bellas Artes y, si nadie lo impide, pronto se convertirá en un alojamiento turístico. La asociación Áncora lucha por devolverle su función primigenia.

En 2015 se derribó parte de la cúpula porque se encontraba en un estado lamentable, pero su reconstrucción no llegó nunca.

En 2015 se derribó parte de la cúpula porque se encontraba en un estado lamentable, pero su reconstrucción no llegó nunca.

Un guionista vería en esta historia el guión para una película. El protagonista es un edificio, el Palacio Bellas Artes de San Sebastián, y la disyuntiva sería: ¿debe seguir en pie o, por el contrario, debe ser derribado?

Por un lado, se encuentra la asociación Áncora, que lucha por la conservación del patrimonio cultural, y que, por lo tanto, está a favor de su protección. Por el otro se encuentra el Departamento de Urbanismo donostiarra, que acaba de aprobar el derribo del mismo. Dos posturas opuestas.

Los defensores del edificio sostienen que el Bellas Artes, que tuvo la función de cine de 1914 a 1982, es especialmente valioso por su estructura de hormigón armado, que lo protege de los incendios (el celuloide de las películas es altamente inflamable). Esta estructura fue una de las razones por las que Rafael Moneo y otros prestigiosos arquitectos lo incluyeron en un inventario de 'edificios permanentes', merecedores de la máxima protección.

En estado de deterioro desde hace años, los propietarios optan por reconventirlo en un centro de alojamiento turístico, con el aval del Departamento de Urbanismo, que acaba de aprobar la licencia de obras. La reforma supondría el derribo del interior y una alteración de la estructura externa.

El Bellas Artes, diseñado por el arquitecto Ramón Cortázar, está inspirado en el Gaumont Palace de París, que fue derribado para construir un hotel y un centro comercial.

El Bellas Artes, diseñado por el arquitecto Ramón Cortázar, está inspirado en el Gaumont Palace de París, que fue derribado para construir un hotel y un centro comercial.

Diseñado por Ramon Cortázar, el Palacio Bellas Artes fue construido en 1913 e inaugurado un año después, en 1914. Su función original era la de un cine, aunque poco a poco fue derivando en teatro. Hasta su cierre definitivo, en 1989, albergó a la Orquesta Sinfónica de Euskadi. "No solo es una de las salas más antiguas de Donosti, es la sala de cines más antigua que se conserva en toda España, incluida en el plan de Patrimonio del Siglo XX del Ministerio de Cultura", dice Alberto Fernández-D'Arlas, de Áncora. "Por eso nos parece una locura perder esta joya".

Cortázar, autor de otros edificios en San Sebastián, se inspiró en el Gaumont Palace de París para diseñar el Bellas Artes, que hoy está considerado un edificio histórico, el único edificio en toda España que tiene una alerta internacional de ICOMOS, comité científico asesor de la Unesco en materia de patrimonio a nivel mundial. Hace pocos años, en 2015, ya se derribó parte de su cúpula porque se consideró que su estado podía constituir un peligro para los transeúntes. Y aunque la idea era destruirla para proceder inmediatamente a su reconstrucción, esa promesa nunca se cumplió.

El Palacio Bellas Artes está ubicado en el distrito de Amara.

El Palacio Bellas Artes está ubicado en el distrito de Amara.

Ahora, el Bellas Artes vuelve a estar en situación de peligro. La película está a punto de terminar, y todo apunta a que el derribo será inminente. Aunque estamos en San Sebastián, capital del Cine, sede de uno de los festivales de cine más prestigiosos del mundo. ¿Y si aún estamos a tiempo de colgar el cartel de final feliz?

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