Llega la revolución del teletrabajo: instalar la oficina justo debajo del jardín de casa
El arquitecto brasileño Igor Leal ha ideado el sorprendente Estúdio Enterrado, un espacio de trabajo al que no le falta ningún detalle y que se camufla literalmente en el suelo.
Estúdio Enterrado de Igor Leal cuenta con un techo verde vivo de césped.
En estos tiempos en los que, dadas las circunstancias, muchas personas han tenido que recurrir por vez primera al teletrabajo, los arquitectos de medio mundo se han visto prácticamente en la obligación de desarrollar ingeniosos espacios e ideas de cara a este nuevo paradigma laboral que ha llegado para quedarse. Este es el caso del arquitecto brasileño Igor Leal, quien en su propia web señala que "busca soluciones espaciales que satisfagan no sólo las necesidades de cada proyecto, sino que también consideren problemas globales". Y anda en lo cierto, ya que esta pandemia nos afecta a todos y, dada la incerteza del futuro que se nos presenta, ahora más que nunca tenemos que poner a punto nuestro hogar para continuar de la mejor manera que se pueda con la rutina sin perder ni un ápice de productividad.
Esta oficina sumergida dispone en total de 47 metros cuadrados.
El llamado Estúdio Enterrado que puedes ver en estas imágenes es un proyecto que Leal acaba de diseñar para un cliente de Río de Janeiro que pretende aprovechar al máximo el patio trasero de su propia casa. Y no, esta idea de oficina sumergida (o camuflada, llámenla como prefieran) no es tan pequeña como a primeras puede parecer porque, en realidad, tiene aproximadamente 47 metros cuadrados. Aunque lo llamativo, tal como puedes comprobar con tus propios ojos, es cómo se ha aprovechado de una forma tan práctica e inteligente cada rincón: en su interior dispone de un área de escritorio integrada, una mesa para posibles reuniones, una despensa, un baño y un pequeño patio exterior con un banco.
En su interior hay un escritorio integrado, una mesa para reuniones, una despensa y un baño.
Esta solución de Leal no sólo permite que dicha zona de trabajo en casa no impacte de forma negativa en la fachada de la propiedad donde se encuentre, sino también que se integre versátilmente y casi por arte de magia con el entorno; en este caso con un sinuoso techo verde vivo de césped. ¿Verdad que así te plantearías seriamente no volver nunca más a una oficina de las de toda la vida?