Ikea vende un icono brutalista de Marcel Breuer para convertirlo en hotel sostenible

El edificio que fue sede de la compañía Pirelli en Connecticut (EE.UU.) y fue adquirido por el gigante sueco en 2003 se convertirá en un hotel boutique de energía neta cero.

El proyecto de hotel respetará la fisonomía exterior del edificio, completado por Marcel Breuer en 1970.

El proyecto de hotel respetará la fisonomía exterior del edificio, completado por Marcel Breuer en 1970.

David Quesada
David Quesada

Redactor jefe de Arquitectura y Diseño

Tras realizar una de sus obras más icónicas, el Museo Whitney de Nueva York (1966) –actualmente reconvertido en el Met Breuer, la nueva sede de arte contemporáneo del Metropolitan Museum–, el arquitecto estadounidense de origen húngaro Marcel Breuer, formado en la Bauhaus, continuó por la senda del estilo tectónico con la sede de la compañía de neumáticos Armstrong Rubber en New Haven (Connecticut).

Aunque construyó una tienda en un terreno adyacente, Ikea no llegó a ocupar el edificio.

Aunque construyó una tienda en un terreno adyacente, Ikea no llegó a ocupar el edificio. Foto: Bruce Becker

El edificio, cuya construcción se inició en 1968 y concluyó en 1970, acabaría por convertirse en una pequeña joya de la arquitectura brutalista. Encarna los rasgos característicos del lenguaje de Breuer: separación de las diversas funcionalidades a través de elementos perfectamente diferenciados y articulados. La torre se organiza en dos secciones: un bloque de dos pisos en la base, destinado a instalaciones de investigación y almacén, y un bloque de oficinas apoyado sobre el anterior sobre tres volúmenes masivos que alojan las instalaciones y servicios más una serie de pilares más esbeltos.

El edificio se caracteriza por dos bloques separados por volúmenes y pilares que acogen las instalaciones y servicios.

El edificio se caracteriza por dos bloques separados por volúmenes y pilares que acogen las instalaciones y servicios.

En 1998, el edificio pasó a manos de la firma italiana Pirelli tras adquirir Armstrong Rubber. Fue por poco tiempo, ya que en 2003 lo vendió a la compañía Ikea, que construyó una tienda en una parcela adyacente pero no llegó a ocupar la estructura. Recientemente, el gigante sueco recibió permiso de las autoridades para convertir la torre en un hotel. El proyecto, sin embargo, lo llevará a cabo el promotor y arquitecto Bruce Becker, quien ha comprado el edificio por algo más de un millón de euros.

De aspecto tectónico, el edificio encarna el lenguaje característico de Breuer: separación de las funcionalidades a través de elementos perfectamente diferenciados y articulados.

De aspecto tectónico, el edificio encarna el lenguaje característico de Breuer: separación de las funcionalidades a través de elementos perfectamente diferenciados y articulados.

Becker pretende convertir la torre en un hotel de energía neta cero, es decir, que produzca la misma cantidad de energía que consume. De conseguirlo, sería el primer hotel de los Estados Unidos que conseguiría la certificación Passivhaus. En todo caso, el proyecto respetará la fisonomía exterior del edificio, que cuenta con la protección del Registro de Sitios Históricos de Connecticut. De este modo se garantizará la preservación de esta obra de uno de los arquitectos más influyentes del siglo XX.

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