El mundo está cambiando e IKEA no quiere que la transformación le pille con el paso cambiado. Hasta ahora, IKEA era sinónimo de grandes centros comerciales a las afueras de las ciudades, lo que obligaba al cliente a desplazarse hasta allí en coche, para cargar en él sus voluminosas compras… pero con la presión que las administraciones municipales están ejerciendo sobre los vehículos que funcionan con combustibles fósiles (y los elevados precios actuales de los eléctricos), la tendencia que se adivina en el horizonte es la gente use cada vez menos el vehículo privado. Y para que eso no suponga la muerte de su modelo de negocio, la multinacional sueca ha comenzado a abrir establecimientos urbanos sensiblemente más pequeños. Pero eso no es revolucionario: la revolución está en el nuevo modelo de tienda urbana que IKEA está construyendo en la capital austriaca, junto a la estación de ferrocarril de Viena Oeste, una auténtica “república verde” que tiene prevista su inauguración en 2021…
El nuevo establecimiento no contará con aparcamiento, pero se encuentra en una zona extraordinariamente bien comunicada de Viena, con todos los transportes públicos a mano. En las dos primeras plantas habrá un hotel de la nueva marca Jo&Joe de Accor.
El gran establecimiento que IKEA acaba de empezar a construir en enero en una zona extraordinariamente bien comunicada de Viena, con todos los transportes públicos a mano, será la punta de lanza de la estrategia comercial de la marca para lo que queda de siglo: una tienda de muebles innovadora y acogedora, de siete pisos de altura, con fachadas verdes (habrá un total de 160 árboles distribuidos por los distintos niveles del edificio) y mucho espacio para las personas, que tendrán a su disposición restaurantes atractivos y una amplia terraza verde accesible para todo el mundo, sin necesidad de comprar (y a la que se podrá acceder, incluso, con un picnic propio). Y nada de aparcamiento; ya no será el cliente el que tenga que apañárselas para llevarse las compras más voluminosas a su hogar: ahora será IKEA la que se encargará de llevar los artículos más grandes a casa del cliente en las siguientes 24 horas a su adquisición, desde su nuevo centro logístico de Strebersdorf (situado a cien kilómetros al sur, junto a la frontera húngara) adaptándose así a los hábitos de consumo de las nuevas generaciones…
También se ha hecho público que la planta baja estará ocupada por establecimientos públicos tradicionales (panadería, farmacia, peluquería, etc.). Igualmente, las dos primeras plantas –de las siete de que consta el edificio– estarán ocupadas por uno de los ocho establecimientos de la nueva marca de hoteles Jo&Joe de Accor, que también buscan transformar la experiencia hotelera para que sean “casas abiertas”, tanto para lugareños como para turistas, con detalles sorprendentes en cuanto a diseño y actividades a desarrollar, desde tomar una copa, comer, cocinar, practicar yoga, explorar la ciudad, y, por supuesto, también dormir. Las cinco plantas restantes que ocupará IKEA estarán abiertas a la ciudad, con balcones a los que se podrá acceder desde el interior de las distintas plantas de la tienda o bien desde el restaurante, que ocupará todo un piso. La cara externa del edificio puede recordar la famosa estantería Billy de IKEA: cubos de cuatro metros y medio de lado que rodean el núcleo del edificio, en donde también se situarán ascensores, escaleras de incendio, o los aseos públicos.
La cara externa del edificio puede recordar la famosa estantería Billy de IKEA: cubos de cuatro metros y medio de lado que rodean el núcleo del edificio, en donde también se situarán ascensores, escaleras de incendio o los aseos públicos.
El diseño del nuevo concepto de tienda recayó en el estudio vienés de arquitectura querkraft architekten, que ha querido convertir el edificio en un reflejo de la adaptación de la filosofía de la marca a los nuevos tiempos, tal y como explican en su página web: “fácil, no convencional, distendido… que ofrezca valor añadido a su entorno”. En ese sentido, la terraza arbolada de la azotea y en los balcones de los restantes pisos (al estilo del bosco verticale de Milán), y todos los espacios a disposición del visitante, se definen como lo que ofrece “un buen vecino”.