Un Gaudí a pequeña escala

La cascada que el genial arquitecto creó para la Casa Vicens renace en el Museo de las Aguas de la Fundación Agbar en Cornellà (Barcelona)

La reconstrucción de esta pequeña joya del modernismo se enmarca en el plan de reforma de la oferta del Museo de las Aguas de la Fundación Agbar

La reconstrucción de esta pequeña joya del modernismo se enmarca en el plan de reforma de la oferta del Museo de las Aguas de la Fundación Agbar

David Quesada
David Quesada

Redactor jefe de Arquitectura y Diseño

Coincidiendo con el Día Mundial del Agua, que se celebra el 22 de marzo, el Museo de las Aguas de la Fundación Agbar, ubicado en Cornellà de Llobregat, localidad perteneciente al área metropolitana de Barcelona, ha presentado la reconstrucción fidedigna y a escala real de la cascada que Antoni Gaudí diseñó en 1883 para el recinto de la Casa Vicens, una residencia de veraneo en el barrio de Gracia de la Ciudad Condal, su primer gran trabajo y hoy Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

La cascada se ha reconstruido utilizando los mismos materiales y métodos de la época

La cascada se ha reconstruido utilizando los mismos materiales y métodos de la época

La reconstrucción mantiene las mismas dimensiones de la obra original, y está realizada a partir de las mismas técnicas y materiales utilizados en su momento. Construida con 27.000 ladrillos y 3.000 baldosas, la cascada tiene un arco parabólico sobre el que hay un paso interior. Sobre los dos pilares situados en los extremos se ubican los depósitos que permiten que el agua brote, recreando los efectos naturales ideados por el arquitecto.

La cascada es una de las denominadas obras de "Gaudí invisible", porque a pesar de haber sido derribada se ha podido reconstruir gracias a las posibilidades de la informática.

La cascada es una de las denominadas obras de "Gaudí invisible", porque a pesar de haber sido derribada se ha podido reconstruir gracias a las posibilidades de la informática.

Los ladrillos utilizados se han fabricado artesanalmente, uno a uno, tal como se hacía en su época. En lo que respecta al proceso constructivo, no se ha añadido ningún refuerzo estructural, más allá de los ladrillos y el mortero originales. La construcción se ha completado en seis meses, tiempo récord si se tiene en cuenta la complejidad del proyecto, en el que no hay ningún elemento estándar.

La cascada refleja la voluntad de recrear la Naturaleza, una constante en la obra de Gaudí. El genio diseñó el espacio exterior de forma que estuviera conectado con el interior de la Casa Vicens y pudiera refrescar la tribuna de la vivienda. La fuente, que recreaba los efectos sonoros de una cascada, estuvo presente en el jardín hasta 1945, momento en que la presión urbanística obligó a sus propietarios a vender parte del terreno de la casa. La existencia de fotografías de época y de los planos originales de la cascada permitió una minuciosa labor de recuperación de esta pequeña maravilla de Gaudí.

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