¿Sabes lo que delata a cada arquitecto?
Analizamos los proyectos de 10 grandes arquitectos buscando los elementos comunes que rubrican su obra
01
Bjarke Ingels: la obsesión geométrica
Bjarke Ingels fundó en 2006 BIG Architects y desde entonces no ha dejado de firmar proyectos, cada uno de ellos más espectacular que el anterior: el World Trade Center de Nueva York, la Lego House o el futuro campus de Google. Pese a la heterogeniedad de todos estos trabajos, Bjarke sigue recurriendo a un pequeño elemento repetitivo: la seriación geométrica. La obra del danés es fácilmente reconocible gracias a la repetición de geometrías que conforman la estructura arquitectónica del edificio. En 2016 lo llevó hasta el extremo en el pabellón de verano que diseñó para la Serpentine Gallery.
Edificio VIΛ 57 West, en Nueva York, y pabellón de verano de la Serpentine Gallery.
02
RCR: el acero cortén
Los últimos ganadores del premio Pritzker tienen debilidad por un material que no se nos ha pasado por alto cuando revisábamos el conjunto de su obra: el acero cortén. A primera vista este material destaca por su brutalidad, la rudeza de su textura y la estética desgastada, características que no han supuesto problema para RCR, que ha sabido explotar al máximo su versatilidad en proyectos tan interesantes como el restaurante Les Cols, el museo Soulanges o el crematorio Hofheide, obras que les han hecho merecedores del máximo galardón en el campo de la arquitectura.
Biblioteca Sant Antoni-Joan Oliver y Bodegas Bell Lloc.
03
Shigeru Ban: el cartón en mil dobleces
Si decimos que el material favorito de un arquitecto es el cartón pensarías que estamos hablando de un principiante o de alguien al que le encanta hacer maquetas, pero nada más lejos de la realidad. Se trata de Shigeru Ban, el maestro japonés responsable de obras como el Centro Pompidou-Metz o la Quinta Botanica. Shigeru comenzó a trabajar con este material tan sostenible como experimentación tras los tsunamis que arrasaron el país en 2011. Desde entonces no lo ha abandonado, creando proyectos tan sorprendentes como la catedral de papel de Nueva Zelanda o el pabellón para Camper.
Catedral de cartón de Christchurch (Nueva Zelanda) y el IE Paper Pavilion, en Madrid.
04
Daniel Libeskind: los ángulos dramáticos
La arquitectura de Libeskind no es para todo el mundo: la violencia de sus ángulos hace que a veces aflore un sentimiento de rechazo hacia sus obras, pero esto no le ha impedido estar en el Top of the World (aka World Trade Center) con una torre aguijón que parece que vaya a abrir una brecha en lo alto del cielo. Así que ya sabes, si alguna vez sientes que tus tripas se remueven delante de un edificio, quizá estás contemplando el Museo Real de Ontario o el Jewish Museum de Berlín.
Royal Ontario Museum y Monumento Nacional del Holocausto, ambos en Canadá.
05
Alvaro Siza: un lienzo en blanco
En esta selección hay arquitectos más o menos constantes con los pequeños gestos que se aprecian en el conjunto de su obra, pero si hay a uno que se le distingue a la legua por su particular "firma" es Álvaro Siza. ¿Qué tienen en común la Fundación Serralves, la Fundación Iberê Camargo o hasta incluso las piscinas que el portugués diseñó en Cornellá de Llobregat? El blanco impoluto. Nos dejaría muy descolocados si alguna vez lo abandonara.
Museo Municipal Abade Pedrosa y Fundación Iberê Camargo.
06
David Chipperfield: abriendo ventanas
Parece que a veces los arquitectos juegan a ponernos las cosas difíciles, pero a nosotros nos encantan los retos. Encontrar un elemento diferenciador en la obra de David Chipperfield se ponía complicado, tanto o más que encontrar una aguja en un pajar, pero el británico nos ha asombrado con un elemento arquitectónico tan común como la ventana. Chipperfield usa las ventanas como elemento fetiche en su obra. Como si de la hoja blanca velazquiana se tratase, consigue encajarlas en todas las arquitecturas que proyecta: el torre The Bryant (en la foto) la James Simon Gallery, El Jumex de México o el museo Fluvial y del Remo.
La galería de arte Hepworth Wakefield y Museo Jumex, en México DF.
07
Zaha Hadid: el movimiento de las ondas
La gran dama de la arquitectura también tenía sus dejes a la hora de proyectar un edificio, creando de esta forma un lenguaje propio que dotó a su obra de una imagen muy reconocible. Las estructuras de edificios firmados por Zaha Hadid como el Wangjing Soho o la Ópera de Guangzhou parecen ondas en movimiento. El caso más extremo es el del Centro Heydar Aliyev, cuya silueta parece la representación de un diagrama de la longitud de ondas electromagnéticas.
Heydar Aliyev Centre y Galaxy SOHO.
08
Frank Gehry: la deconstrucción
Piensa en un niño jugando con un cubo lleno de piezas, lo coge, le da la vuelta y quedan todas desordenadas, amontonadas, caóticas. A esta forma de "descomponer" se suma la espectacularidad a la hora de describir la obra de Frank Gehry, pero no pretendemos ser malignos cuando decimos esto, sino describir cómo del caos pueden nacer edificios tan bellos como las Bodegas del Marqués de Riscal o el Guggenheim, que el canadiense creó en nuestro país. Quizá no todos sepan apreciar su obra pero es innegable que Gehry ha sabido hacer del desorden su firma.
Museo de la Biodiversidad de Panamá y Walt Disney Concert Hall.
09
Oscar Niemeyer: la curva sensual
Óscar Niemeyer lo reconoció él mismo: "No es el ángulo recto lo que me atrae, ni la línea recta, dura, inflexible, creada por el hombre. Lo que me atrae es la curva libre y sensual, la curva que encuentro en las montañas de mi país, en el curso sinuoso de sus ríos, en las olas del mar, en el cuerpo de la mujer. De curvas está hecho todo el universo, el universo curvo de Einstein". Nosotros nos limitamos a admirar la sensualidad de Brasilia, Niteroi o Avilés.
Niterói Contemporary Art Museum y Niemeyer Popular Theater.
10
Alberto Campo Baeza: el haiku formal
El gesto mínimo, pequeños trazos que parecen haber abandonado la hoja de papel sobre la que el arquitecto dibujaba el croquis y que se han plantado tal cual en mitad de la ciudad, así es la arquitectura de Alberto Campo Baeza. La casa Olnik, las oficinas para la Junta de Castilla y León o el museo de Andalucía son estructuras esencialistas que consiguen dejar emocionar con muy poco.
Consejo consultivo de Castilla y León y Casa Raumplan.