Entrar en el Museo Marítimo de Shenzhen de SANAA será como vivir en las nubes
El estudio japonés diseña en la ciudad china una imponente estructura horizontal rematada por una cubierta de rejilla que evoca una formación nubosa emergiendo del mar.
El edificio, de formas orgánicas, se ha planteado como una sucesión armoniosa del entorno natural.
El estudio japonés SANAA liderado por Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa acaba de presentar su diseño para el futuro Museo Marítimo de Shenzhen en China. Bautizado Clouds on the Sea, el proyecto es una impresionante estructura horizontal de 100.000 metros cuadrados rematada por una cubierta de malla de acero ondulada y parcialmente permeable a la luz que semeja una formación de nubes.
Según el estudio, el Museo Marítimo de Shenzhen se ha concebido como una continuación del entorno natural, entre la montaña de la península de Dapeng y la bahía de Longqi. "Es un hito imaginado como nubes emergiendo del mar, como un museo nacido del océano".
Una malla ondulada de acero se superpone a los volúmenes semiesféricos para filtrar la luz y dar coherencia a todo el conjunto.
Estructuralmente, el espacio abovedado se ha diseñado como una sucesión de semiesferas de cristal transparente y traslúcido que alternativamente se abren a las vistas o solo dejan pasar la luz. La malla flotante de acero que recubre las formaciones semiesféricas ejerce de filtro de la fuerte luz subtropical y proporciona una apariencia unificada con el paisaje.
El museo se organizará en tres áreas de exposición distribuidas alrededor de un gran vestíbulo y varios patios. Su planta baja será un gran espacio diáfano sin columnas que permitirá la libre circulación. El edificio conectará con zonas verdes circundantes y un humedal para ampliar su área de actividad hacia el entorno natural. "El edificio orgánico es una continuación del paisaje marino y una celebración de la apertura de la ciudad hacia el mismo", comentan desde SANAA.
Por dentro, las bóvedas jugarán con la luz y las vistas a la manera de formaciones nubosas que alternativamente encapotan o despejan el cielo.
La propuesta del estudio japonés resultó ganadora en un concurso internacional organizado como parte de Shenzhen New Ten, un ambicioso plan de desarrollo de la ciudad que prevé la construcción de diez nuevos equipamientos culturales en los próximos años, como la Ópera, diseñada por Jean Nouvel, y un museo de ciencias en forma de gigantesco guijarro proyectado por Zaha Hadid Architects.
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