Hay siete tipos de billetes de euro, y aunque algunos existen pero no los han catado las manos de quien este artículo escribe, todos tienen en común el dibujo de un puente que pertenece a una época arquitectónica concreta. ¿No te habías fijado? Nosotros sí. Darnos cuenta nos hizo preguntarnos dónde estaban cada uno y a qué rendían homenaje. La sorpresa fue mayúscula cuando nos pusimos a indagar y descubrimos la loca historia que esconden. Porque resulta que ¡oh sorpresa!, NO EXISTEN. Bueno ahora sí, pero no existían cuando se plantearon los billetes, hasta que un diseñador holandés ideó proyectarlos en un barrio con un río artificial que estaba creciendo mucho a la afueras de Rotterdam en 2015. ¿Qué te parece? Te contamos la historia completa a continuación:
Capítulo 1: Que nadie se sienta ofendido
En 1996, el Consejo del Instituto Monetario Europeo (IME), precursor del Banco Central Europeo (BCE), organizó un concurso para decidir la imagen del euro, con la única condición de que las propuestas estuvieran inspiradas en épocas y estilos de Europa. Fue el austríaco Robert Kalina quien ganó, con un proyecto donde aparecían, por un lado, ventanas y puertas haciendo alusión al espíritu aperturista de la Unión Europa y por el otro, añadió unos puentes, que representan la cooperación entre los estados miembros y el resto de los países del mundo.
Mira un billete de diez euros y este puente, ¡sorpresa!
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Inicialmente se pensó que fueran construcciones existentes, pero después se consideró que, como había solo siete billetes previstos, los países que no salieran representados podían sentirse ofendidos, por lo que se decidió que fueran bocetos basados en siete épocas arquitectónicas: clásica grecorromana, románica, gótica, renacentista, barroca y rococó, hierro y vidrio y moderna.
Capítulo 2: Siete billetes, siete épocas y siete colores
Es decir, se harían dibujos de puentes basándose en los parámetros arquitectónicos de esas épocas predeterminadas. Esto pareció una idea estupenda, y así es como han pasado a la historia.
5 euros
Foto: D.R.
Cinco euros: Época Clásica Grecorromana, y en color gris
Las características de esa arquitectura son, básicamente, el orden y la proporción armónica entre las partes y el todo. Y el billete refleja un acueducto romano.
10 euros
Foto: D.R.
Diez euros: Época románica
Se caracteriza por solidez de la construcción, gran anchura de muros para poder resistir las fuerza y tensiones de la estructura, uso del arco de medio punto y bóveda de medio cañón y de arista. En este caso, su color es el rojo.
20 euros
Foto: D.R.
Veinte euros: Gótico
Con estos billetes viajamos a la época gótica, y ya sabemos que la verticalidad es su mayor rasgo, además del arco apuntado, las bóvedas de crucería o las cúpulas. En este caso el color es el azul y la representación, un puente medieval como mandan los cánones.
50 euros
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Cincuenta euros: Renacimiento
El Renacimiento manda en los billetes de cincuenta, donde se vuelve a la sencillez, la simetría y la claridad, adoptándose el cuerpo humano como medida de todas las cosas. El color, el naranja.
100 euros
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Cien euros: Barroco y Rococó
En estos billetes el estilo es el Barroco y Rococó, que si bien uno (el segundo) es considerado consecuencia del otro, en ambos encontramos la opulencia y el recargamiento como seña de identidad. Hay gente que dice que se da un aire al Ponte Neuf de París. El color de estos billetes es el verde.
200 euros
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Doscientos euros: siglo XIX y XX
Los siglos XIX y XX a través del hierro y el vidrio son los que recoge el billete de doscientos euros. Su arquitectura, también denominada ferrovítrea, corresponde a la Revolución industrial, donde se hizo muy popular el ferrocarril, las galerías comerciales y los mercados cubiertos. El puente, de hierro. Y el color, el marrón. Voces populares aseguran que tiene un parecido más que razonable con el Ha'penny Bridge dublinés.
500 euros
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Quinientos euros: Época moderna
Dicen quienes los han visto e incluso tocado, que la época moderna es la que representan los billetes de quinientos euros: diseño depurado, líneas simples y rectas, y funcionalismo. Y se representa con un puente colgante. Algunos dicen que se parece al puente 25 de abril de Lisboa. Lo que sí es seguro es que el color es el morado.
Capítulo 3 y desenlace: Ahora existen todos los puentes
El final de esta historia es que en el año 2015, el diseñador holandés Robin Stam los diseñó y construyó a propósito para que dejasen de ser una ficción y, quien quisiera, pudiera visitarlos, en su correspondiente color, a las afueras de Rotterdam, en el barrio de Spijkenisse uniendo los dos lados de un bonito río artificial.
La reproducción del puente que aparece en el billete de 50 euros
Foto: iStock
¿Es o no es una loca fantasía esta de los puentes y los billetes?