Somos un 65% agua. Es nuestro recurso más preciado y gracias a su correcta gestión se desarrollaron las grandes civilizaciones del mundo antiguo y también asentamientos más modestos por todo el mundo. Es por tanto memoria de lo que fuimos. En Caldes de Montbui, villa la termal de origen romano próxima a Barcelona, esta se había perdido. El bello paisaje de huertas de Les Hortes de Baix se acabó degradando en las últimas décadas debido a la contaminación de las aguas del torrente local, el mal acceso al lugar y la desmembramiento de la comunidad de regantes.
Nuevo acceso a los huertos de Caldes de Montbui por la vieja acequia, cuyas aguas se han depurado
Foto: Adrià Goula
Pero todo ello ya es agua pasada. Un proyecto de recuperación de su sistema de riego le ha devuelto la vitalidad y sus autores, el estudio de urbanismo, arquitectura y paisaje Ciclica y Cavaa Arquitectes, han visto recompensado el esfuerzo con el Premio Europeo Espacio Público 2016, otorgado por el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) junto The Architecture Foundation (Londres), el Architekturzentrum Wien (Viena), el Institut Français d’Architecture / la Cité de l’Architecture et du Patrimoine (París), el Museum of Finnish Architecture (Helsinki), el Deutsches Architekturmuseum (Frankfurt) y el Museum of Architecture and Design (Liubliana).
El agua es un patrimonio material e intangible
El proyecto promueve el diseño urbano sostenible y favorece una nueva conciencia comunitaria sobre el territorio. Su desarrollo ha eliminado el riesgo sanitario que suponían los vertidos de aguas negras del centro urbano a la acequia principal de este espacio, que era como una alcantarilla a cielo abierto. Así se ha canalizado riego suficiente para los huertos, añadiendo las diversas fuentes de agua limpia termal sobrante de balnearios y lavaderos que no se reutilizaban.
La balsa recoge las aguas de origen termal para enfriarlas
Foto: Adrià Goula
Sus autores plantearon el concepto de la parcelación privada hortícola como un nuevo espacio público autogestionado y reconocer el valor que representa la gestión tradicional del agua como patrimonio material e intangible. En este sentido, la implicación en el plan urbanístico de la comunidad de hortelanos, unas 70 personas, resultó fundamental para que llegara a buen puerto. Ellos asumen el mantenimiento de la nueva infraestructura, que ahora comprende una nueva pasarela de acceso a los huertos y una balsa de acumulación y enfriamiento del agua termal para repartirla por turnos diarios, mediante un innovador sistema de fitodepuración con macrófitas plantadas sobre jardineras flotantes.
Centro para el diálogo Przelomy
Foto: Robert Konieczny
El otro ganador del mismo premio es el centro para el diálogo Przelomy, en la plaza Solidarność de Szczecin (Polonia). Su objetivo es curar las heridas de la memoria colectiva en esta localidad desde la Segunda Guerra Mundial. La plaza fue bautizada así en recuerdo de 16 trabajadores asesinados en 1970 cuando se manifestaban en contra del régimen soviético. El jurado también ha otorgado cuatro menciones especiales a la rehabilitación del centro de Barkingside de Londres (Reino Unido), un centro polivalente en Molenbeek-Saint-Jean (Bélgica), el Memorial internacional de Notre-Dame-de-Lorette, en Ablain-Saint-Nazaire (Francia), y el Jardín de los Cien Celestiales de Kiev (Ucrania). Además, se ha concedido un reconocimiento especial a la ciudad de Copenhague, por sus políticas públicas de mejora de la calidad de vida en el espacio público.
Copenhague
Foto: Ramus Hjortshoj