La reforma de una casa es una de esas circunstancias que ponen a prueba la paciencia hasta de la persona más sosegada. Obras que no parecen acabar nunca, ruidos, escombros, discusiones con los industriales, desvíos del presupuesto... Por eso, saber con certeza de antemano qué es lo que se pretende con el cambio, entenderse bien con el profesional que elijas para pilotar la obra y planificar con el máximo detalle todos los pasos a realizar es fundamental para que un proyecto ilusionante no se convierta en una pesadilla.
Daniel Pérez, del estudio Egue y Seta, nos explica en la siguiente entrevista cuáles son las claves para encarar con garantías de éxito cualquier reforma. Y lo hace ilustrándolo con el ejemplo de la transformación de su propia vivienda en Barcelona. ¿En casa del herrero, cuchillo de palo?
Pregunta: ¿Cómo comienza una reforma?
Respuesta: Teniendo muy claras dos cosas. En primer lugar, el programa de necesidades (lo que esperamos de la vivienda, número de estancias, si va a ser nuestra vivienda habitual o una residencia de vacaciones, para venderla...). Sin un buen programa, no tendremos un buen proyecto ni un buen resultado.
En segundo lugar, el presupuesto, al menos algo aproximado para que diseñador, industriales y cliente trabajen alineados; de lo contrario probablemente estaremos todos perdiendo el tiempo. Hay que ser consecuente y realista con él.
¿Hacéis algún test al cliente? ¿Es importante saber cosas de la persona que va a vivir en una casa antes de plantear el proyecto?
Correcto, antes de comenzar el proyecto enviamos al cliente un cuestionario tipo para entender mejor sus necesidades
¿Tenéis materiales "fetiche"? ¿Sois más de materiales naturales o sintéticos?
En la medida de lo posible y siempre que el presupuesto del cliente lo permita preferimos los materiales naturales. También es cierto que con el paso del tiempo nos vamos acomodando a las novedades y la tecnología y siendo menos exigentes en ese sentido. O quizás la realidad de muchos clientes haga cambiar esta percepción.
Lo opuesto a "fetiche" sería el porcelánico imitación madera; lo siento pero lo odio.
¿Qué pasa cuando a mitad de la reforma te encuentras un problema? Como esta situación que estamos viviendo de confinamiento.
En este caso tenemos la "suerte" de que es a nivel global, por lo tanto no es directamente culpa nuestra. En caso contrario probablemente nos pudiera acarrear muchos problemas con el cliente. Por otro lado, esta situación también nos permite ver que aunque las cosas siempre son para ayer, si no sucede así no se acaba el mundo.
¿Tenéis en cuenta criterios de ecología y sostenibilidad al plantear la reforma de una casa?
En la medida en que los materiales (porcelánico, imitaciones madera, papeles, etc...) lo son también en cuanto a calidad/precio, es más factible su uso y por tanto nuestra prescripción. Asimismo cuando mejoramos el aislamiento de la vivienda con nueva carpintería, revestimientos, etcétera, realmente estamos contribuyendo de cierto modo para reducir el consumo energético. Por lo tanto, sí, pero siempre en la medida de lo posible
¿En los detalles está la clave de una buena reforma?
Yo casi preguntaría ¿qué detalles no hay que tener en cuenta? Lo cierto es que entendemos importante dedicarle el tiempo necesario a cada decisión: un tirador de una puerta, un zócalo, un interruptor... Todo suma y todo es importante.
¿Hay algún rasgo característico que defina una reforma de Egue y Seta? ¿Qué principios definen vuestro trabajo?
Quizás que intentamos probar cosas nuevas en cada proyecto, aunque esto todo el mundo lo hace. Buscamos que los espacios transmitan vida, que no dejen indiferente. Y las plantas, algo que lógicamente tampoco hemos inventado nosotros pero que a la gente le suele gustar y puede ser un elemento "diferenciador" en nuestros proyectos.