La disco de MVRDV en Seúl

El estudio holandés MVRDV ha inaugurado un espectacular complejo de arte y entretenimiento muy cerca del Aeropuerto de Incheon en Seúl, Corea del Sur. El proyecto que han realizado en colaboración con los arquitectos locales GANSAM Architects & Partners, está compuesto por dos edificios que albergan una discoteca y un parque temático interior.

The Imprint, el nombre con el que se ha bautizado al proyecto, forma parte del complejo de entretenimiento Paradise City, compuesto por seis edificios, un hotel entre ellos, para dar servicio al aeropuerto vecino.

Por las características del programa propuesto, los edificios no necesitan luz natural y se platearon sin ventanas, pero el cliente quería que los volúmenes establecieran una relación con su entorno. El diseño logra crear vínculos proyectando los alzados de los edificios circundantes, que quedan impresos con un patrón de relieve en las fachadas y en la plaza central. El resultado es un conjunto coherente, que huye de una idea de ciudad tipo "Las Vegas" compuesta por una colección de objetos individuales.

Al tener fachadas completamente libres de huecos y sin necesitada de establecer una relación directa con el interior, el estudio empleó todo su ingenio para crear patrones y combinaciones únicas. Debido a la complejidad compositiva de las fachadas, los numerosos paneles individuales están hechos de hormigón reforzado con fibra de vidrio. Se fabricaron moldes especiales para cada tramo, modelados previamente por los arquitectos en 3D.

Ambos edificios están pintados de blanco, excepto una fachada del edificio del parque temático que resalta en color dorado. El alzado dorado atrapa la mirada de los turistas que aterrizan en el aeropuerto de Incheon. El color se refuerza por la iluminación nocturna; mientras las otras fachadas se iluminan desde abajo, esta se resalta desde arriba. De esta forma, al aproximarse, los pasajeros pueden ver alumbrado el edificio como un sol sobre el océano, que les da la bienvenida a Corea del Sur.

Una entrada en esta fachada dorada, que ha sido construida para que parezca una cortina levantada, conduce a un pasillo a través del edificio y deja intuir los techos de espejo curvos y los suelos de vidrio con pantallas multimedia del interior.

La seductora abstracción con la que juega el proyecto, busca un impulso artístico para el edificio, más allá del programa de ocio al que está destinado. Así lo explica Winy Maas, cofundador y director de MVRDV: "Hace dos meses, la mayor parte del revestimiento ya estaba hecho y el cliente dijo: 'esto es una obra de arte'. Lo que es interesante es que están buscando ese impulso: que el entretenimiento puede convertirse en arte o que el edificio puede convertirse en arte en ese camino ".