Las casas prefabricadas se han convertido en más que una moda. Son muchas las personas que la contemplan como opción para vivir ante la complicada situación inmobiliaria actual. Pero el hecho de que sea algo a la orden del día, no hace que todo esté regulado, puesto que, y esto es importante, no se trata de una vivienda convencional, por lo que algunos impuestos son distintos. Algunos expertos lo consideran un asunto controvertido, ya que no hay consenso sobre si se trata de bienes mueble o inmueble. Y respecto a la normativa, depende de cada municipio, y en ciudades como Madrid, se acaba de cambiar la forma de concesión de licencias. Además, no se trata de una normativa única sino de un conglomerado superpuesto: urbanística, actividad, código técnico de la edificación, bomberos, medioambiental, accesibilidad…
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A pesar de esto, hemos encontrado algunos puntos en cuanto a fiscalidad e impuestos, en los que parece haber cierto acuerdo, y que debemos tener en cuenta si pretendemos comprar una casa prefabricada.
Terreno urbano
Antes de comprar una casa prefabricada, tenemos que ser dueños de un terreno donde poder ubicarla, una parcela con servicios y en un entorno urbano o semi-urbano, debiendo pagar el IBI o los impuestos municipales que correspondan. Y aunque no necesitan permiso de obra, sí hace falta una licencia urbanística, cuyo coste es entre el 2,5% y el 4% de lo que cuesta la ejecución de la obra.
Casa prefabricada de Arquima.
Foto: Arquima.
Impuestos a tener en cuenta
Según el portal Fotocasa, estos son los impuestos que debemos tener en cuenta:
Instalación de la vivienda. El precio de la instalación de la vivienda puede variar según el proyecto y los operarios, siendo necesario un arquitecto o aparejador. Este servicio suele incluirse en el presupuesto al adquirir la vivienda prefabricada, aunque si no lo incluye, según el portal Habitissimo puede elevarse hasta los 300 euros por metro cuadrado.
Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras. Se trata de un impuesto que en las viviendas tradicionales también se debe abonar, y en las prefabricadas es más barato, entre el 2,5% y el 4% del coste de la ejecución de la obra.
Licencia urbanística para construir. Tasa municipal que se debe pagar por levantar una nueva vivienda, y se debe abonar al ayuntamiento antes de llevar a cabo la obra.
Cédula de habitabilidad. Este documento acreditará que la casa prefabricada cumple los requisitos mínimos para ser habitado.
Casa prefabricada de Eurocasa.
Foto: Eurocasa.
Escrituras de la nueva propiedad. Es un requisito realizar las escrituras de la propiedad y debe hacerse acudiendo a una notaría.
Impuestos de Actos Jurídicos Documentados (IAJD). Como ocurre con las viviendas tradicionales, será necesario pagar el IAJD, que supone el 1% del importe escriturado.
Registro de la propiedad. Debe registrarse la propiedad en el Registro de la Propiedad de la localidad en la que esté ubicada la casa prefabricada, trámite que genera un coste que varía en función del valor por el que se ha escriturado.
Casa construida con contenedores.
Foto: D.R.
Alta de los suministros.
IBI. Como en cualquier vivienda de propiedad, deberás pagar el Impuesto sobre Bienes Inmuebles anualmente, entre 400 y 1.300 euros al año.
Otras fuentes aseguran que también habría que tener en cuenta los gastos asociados a la hipoteca autopromotor, que es la que se destina a las personas que van a construir su propia casa, como ocurre con las viviendas modulares. Se suele conceder un 80 o 85% del presupuesto total que se necesita para su fabricación y a diferencia de las convencionales, el dinero no se da de golpe, sino a plazos a medida que va avanzando la obra.