Las viviendas industrializadas han llegado para quedarse. Sus ventajas –rapidez de ejecución, contención de costes, eficiencia energética y sostenibilidad ambiental– resultan imbatibles frente a la construcción convencional. Además, la constante mejora de las técnicas constructivas y los materiales a disposición de arquitectos y constructores permite superar el arraigado sambenito que asociaba prefabricación y diseño estandarizado y pobre. Hoy en día es posible crear una casa prefabricada sin limitaciones estéticas ni de tamaño. Que gigantes de la decoración como Ikea y Muji estén explorando este tipo de arquitectura dice mucho de su potencial.
Esta casa en Guadalmina (Málaga), de 600 metros cuadrados, se levantó en solo quince días.
La construcción prefabricada suele asociarse con la madera, por ser un material liviano y fácil de mecanizar. Pero el desarrollo de hormigones arquitectónicos más ligeros ha permitido reducir espesores y pesos, facilitando una mayor versatilidad en la creación de los elementos constructivos y su posterior montaje. Los prefabricados de hormigón confieren estabilidad, resistencia y durabilidad a los edificios, y además son fáciles de reciclar. Por no mencionar su excelente inercia térmica, que tiene efectos beneficiosos en la regulación de la temperatura dentro del edificio y en consecuencia aporta un mayor ahorro energético. Por último, dado que en muchos casos no necesita revestimiento, el hormigón emite niveles muy bajos o nulos de Compuestos Orgánicos Volátiles (COV).
Vivienda en Sant Cugat (Barcelona)
La firma Hormipresa ha desarrollado su propio sistema constructivo a partir del hormigón. Se llama Artic Wall, un muro sándwich compuesto por una capa exterior de 7 cm de hormigón blanco arquitectónico, una capa intermedia de 9 cm de aislamiento de alto rendimiento y una capa interior de hormigón estructural de 15 cm. Con este sistema se pueden crear espacios diáfanos de hasta 10 x 10 metros con una estética depurada, sin mantenimiento y con una eficiencia energética tres veces más elevadas que en una casa tradicional. Aplicando esta metodología y otros recursos de la arquitectura bioclimática, se puede crear una casa pasiva o de consumo casi nulo.
Casa en Organyà (Lleida)
La inversión en este tipo de casas queda sobradamente amortizada al cabo de pocos años con el ahorro en gasto energético y mantenimiento que se obtiene. Además, en el caso de Hormipresa, el cliente actúa como promotor de su propia vivienda y no como mero comprador, por lo que en este caso se aplica un 10% de IVA en lugar del 21%. Esto supone un ahorro del 11% en el capítulo de impuestos.
Casa en Masnou (Barcelona)
Hormipresa ofrece de entrada seis modelos estándares de casas prefabricadas que varían en superficie, número de habitaciones y acabados. Pero el cliente tiene la posibilidad de diseñar su casa a medida en colaboración con el equipo de arquitectos de la firma. También desarrollan una gama de casas exclusivas con diseño de autor, las “Signature Villa”. Una vez definido el proyecto llave en mano en presupuesto y plazos, la empresa se encarga de la obtención de la licencia y se inicia el proceso industrial y constructivo.
La prefabricación tiene mucho que decir en el futuro sostenible de un sector, el de la construcción, que tiene un gran impacto medioambiental. Con una casa prefabricada de hormigón estarás contribuyendo a reducir tu huella contaminante sin renunciar al confort y la belleza de un espacio bien diseñado.