El arquitecto australiano Marshall Blecher y el estudio de arquitectura danés Studio Fokstrot han presentado el diseño de un nuevo tipo de espacio urbano para el puerto de Copenhague, la capital de Dinamarca. Bautizado Islas de Copenhague o Parkipelago, se trata de un grupo de islas flotantes que tienen como objetivo crear un gran número de posibilidades de actividades de diversión que se situarán en diversas posiciones dentro de las aguas del puerto, aunque también podrán situarse en rincones más olvidados e infrautilizados del puerto, y así devolver un poco de vida y actividad a las orillas del viejo puerto industrial.
Los islotes podrán juntarse a voluntad para crear islas más grandes.
Las islas se anclarán al fondo del puerto y se construirán en acero con elementos de flotación reciclados revestidos de madera reciclada aprobada por el Consejo de Administración Forestal. El prototipo CPH-Ø1 de la primera isla se lanzó al mar en 2018: una pequeña plataforma de madera de 20 metros cuadrados con un tilo en el centro. A finales de este año se botarán tres islas más para empezar a crear el «parquepiélago», las islas CPH-Ø2, CPH-Ø3 y así sucesivamente. Las estructuras flotantes servirán como plataformas para diferentes actividades: zonas de baño, saunas flotantes, espacio para pescar, jardines flotantes, granjas flotantes de mejillones y una cafetería flotante. Todas podrán ser visitadas por el creciente número de canoas y botes que se pueden contratar en el puerto. «Durante el verano, las islas se podrán distribuir por zonas no utilizadas del puerto, sirviendo de “escape aventurero” para la creciente cantidad de canoas que parten de las orillas del puerto», se lee en la información de la página web. «En invierno y en acontecimientos especiales o festivales, las islas se pueden juntar para crear una especie de isla mayor, accesible más fácilmente desde el puerto».
Las islas podrán tener usos variados.
«El objetivo es renovar las viejas tradiciones de la vida portuaria danesa, fortaleciendo la cohesión social y tomar conciencia de nuestro orgulloso pasado marítimo, tanto dentro como alrededor del puerto –dicen los responsables de Studio Fokstrot–. Las actividades y funciones de cada isla serán flexibles, dependiendo de su posición en el puerto y la época del año. Los usuarios de las islas serán los que dicten el uso real que tendrá la isla y qué funciones desempeñará. El proyecto, como concepto, se puso en marcha para tomar conciencia de la necesidad de mejorar los entornos portuarios, de la crisis climática global y del aumento del nivel del agua, que son algunos de los mayores problemas a los que se enfrenta el mundo actualmente».
Uno de los bocetos del proyecto.
Las Islas de Copenhague también podrán ser útiles como nuevo hábitat para la vida silvestre, tanto por encima como por debajo de su superficie. «En la superficie de las islas se plantarán árboles y plantas endémicas de la zona –explica Blecher–, y podrá convertirse en una especie de santuario para gaviotas, cisnes, palomas o patos, en medio de un área que ha sufrido, por otra parte, una gran explotación en los últimos años. La parte sumergida, servirá de espacio de crecimiento para algas y moluscos, lo que, de paso, proporcionará el hábitat ideal para que se congreguen peces y otras especies marinas».
A la derecha, el arquitecto australiano Marshall Blecher. A la izquierda, Magnus Maarbjerg, del estudio Fokstrot danés.
El proyecto se describe por los arquitectos como un nuevo tipo de espacio urbano, «tanto en un contexto local, que ha afrontado un rápido desarrollo urbano a lo largo del puerto, amenazando los espacios recreativos, pero también en un contexto global, con el aumento del nivel del mar, que provoca retos diversos para los entornos urbanos. CPH-Ø1 es solo una de las muchas islas que están por llegar –aseguran los arquitectos–. Las islas, además, se pueden adaptar a cualquier puerto, con las características específicas de cada ciudad y las necesidades de su vida portuaria».