Un contenedor como una casa
El estudio neoyorquino LOT-EK recicla contenedores de mercancías como viviendas en un edificio residencial en Johannesburgo
Proyectos Drivelines Studios en Johannesburgo, Suráfrica, del estudio LOT-EK.
El reciclaje de contenedores de mercancías en viviendas asequibles es una solución que lleva practicándose ya desde hace algún tiempo. Las casas hechas con contenedores marinos pueden llegar a ser un 40% más económicas que las casas tradicionales. Es, además, una forma de dar salida a los aproximadamente 300 millones de contenedores sin uso que se calcula que hay actualmente en todo el mundo. De este modo, además de abordar la necesidad de vivienda social se hace frente también a un problema medioambiental.
Proyecto Drivelines Studios en Johannesburgo, Suráfrica, del estudio LOT-EK.
La novedad que aporta el estudio LOT-EK, fundado en 1993 por Ada Tolla y Giuseppe Lignano y con base en Nueva York, es la dimensión del proyecto Drivelines Studios: todo un conjunto residencial de seis plantas realizado con 140 contenedores en Maboneng, una zona de la ciudad surafricana de Johannesburgo de reciente transformación y revitalización urbana. Para los autores, el proyecto responde al deseo de la generación post-apartheid de recuperar el centro urbano como lugar habitable a través de nuevos modelos habitacionales.
El estudio LOT-EK fue fundado en 1993 por Ada Tolla y Giuseppe Lignano y tiene su base en Nueva York.
Abarcando la geometría triangular de la parcela, el edificio está integrado por dos volúmenes independientes que forman una V, enmarcando de este modo el espacio social del patio interior abierto. Al igual que una valla publicitaria, las fachadas exteriores son lisas y alineadas con la calle, mientras que las caras interiores están articuladas por las escaleras, pasillos y puentes que conectan todas las plantas y dan acceso a las viviendas.
Proyecto Drivelines Studios en Johannesburgo, Suráfrica, del estudio LOT-EK.
Los contenedores no se pintaron, de modo que el color del conjunto fue dictado por la disponibilidad de elementos. Los contenedores fueron apilados y cortados en el sitio para combinarse y formar las unidades. Un corte en diagonal recorre la cara larga de cada contenedor para generar las ventanas a cada lado. La repetición de este gesto dibuja el patrón gráfico de la fachada.
El proyecto responde al deseo de la generación post-apartheid de recuperar el centro urbano de Johannesburgo.
La superficie de las viviendas varía entre los 28 y los 56 metros cuadrados dependiendo de si ocupan uno o dos contenedores. Todas ellas disponen de zona exterior a lo largo de los pasillos que se asoman al patio interior.
Interior de Drivelines Studios en Johannesburgo, Suráfrica, del estudio LOT-EK.
Interior de Drivelines Studios en Johannesburgo, Suráfrica, del estudio LOT-EK.