Las claves infalibles de Studio.psd cuando se enfrentan a una reforma
Curtidos en la prueba-error, han comprobado que dando valor a lo esencial y prescindiendo de lo superfluo se acostumbra a llegar a buen puerto. Pablo Sánchez y Espe Soler, fundadores de Studio.psd, nos dan sus claves al enfrentarse a una reforma.
Pablo Sánchez y Espe Soler, fundadores de Studio.psd
La pasión de Pablo, unida a la sensibilidad de Espe, dan lugar a studio.psd, donde apuestan por un diseño sencillo, pero arriesgado, basándose en la sobriedad material. Las atmósferas que crean los representan. Desde su estudio en Valencia abogan por la sostenibilidad en sus proyectos y piden a las marcas que den un paso adelante que permita a todos cumplir los estándares que dictan "tanto las normas establecidas como nuestras propias conciencias".
El showoffice de studio.psd, el proyecto de su propio espacio de trabajo.
Cuando os enfrentáis a una reforma, ¿qué os gusta preservar del espacio original y qué consideráis necesario cambiar para que mejore?
Depende de la preexistencia. Siempre intentamos apoyarnos en las raíces de los proyectos y no hay mejor contexto que el propio paso del tiempo. Hay trabajos en los que nos encontramos viviendas que tienen una calidad espacial o material que merece la pena preservar. En otros, en cambio, no tenemos esa suerte. Nosotros, en el derribo de nuestro despacho, encontramos una estructura de hormigón muy bien ejecutada para la época en que se construyó (años cincuenta) y hemos diseñado el espacio adrede para envolverla.
¿Cómo conjugáis conceptos como funcionalidad, estética, elegancia y comodidad?
Nosotros intentamos que todo lo que diseñamos siga nuestra línea estética. Tras ello, buscamos la funcionalidad de cada una de las esquinas del proyecto. Antes de empezar analizamos muy bien a los clientes para entender lo que será cómodo para ellos y poder ofrecerles la mejor de las soluciones. El confort se entiende de manera diferente en cada usuario, y estudiar- lo en cada caso nos permite aprender y mejorar cada día.
“Hemos aprendido que las reformas están vivas. Hay muchos agentes que interfieren y no los podemos controlar todos".
¿Habéis evolucionado en estos últimos años en vuestra forma de aproximaros a una reforma y en el lenguaje que utilizáis?
Hemos aprendido a asumir que las reformas están vivas. Hay un gran número de agentes que intervienen y muchos de ellos no los podemos controlar. Hemos entendido que hemos de tener medido el espacio previo al milímetro para que nuestra arquitectura encaje a la perfección. La experiencia y los errores nos han dado las claves para mejorar la forma de afrontar los proyectos y sus imprevistos.
¿Cómo encontráis el equilibrio entre las necesidades del cliente y vuestro sello personal?
Hemos tenido la suerte de que los clientes se dejan guiar mucho por nuestro criterio. In- tentamos, si el cliente tiene alguna petición que no casa con nuestros estándares, transformar su idea para que nos con- venza a todos. Si no lo podemos conseguir tenemos que estudiar cuánto afecta esa necesidad a la futura comunicación del proyecto y asumir que en realidad es su proyecto y tiene que quedar satisfecho en todos los sentidos.