La casa impresa en 3D que se puede construir en 48 horas
Del 'fastfood' al 'fastbuilt'. Este verano, el escultor Michal Trpak y la constructora Stavebni sporitelna Ceske sporitelny imprimirán la primera casa utilizando tecnología de impresión 3D en la República Checa. La vivienda, llamada Prvok (Protozoon), es parcialmente autosuficiente y adecuada para el campo, la ciudad o el agua
Según los analistas del proyecto, los edificios y el sector de la construcción en toda Europa se enfrentan a numerosos desafíos. "En la República Checa, el número de empleados calificados en la construcción ha disminuido en un 10% en diez años, mientras que el número de contratos de construcción ha aumentado en un 45% en el mismo período. La impresión 3D puede iniciar la automatización de la producción de la construcción en todo Europa y reintroduce la posibilidad de personalización y estética en la construcción residencial", concluye Vosicky. Más dura que la estructura de un puente, la casa Prvok se imprimirá utilizando un brazo robótico de fabricación de automóviles.
El robot imprime a una velocidad de 15 centímetros por segundo. El robot en sí es una innovación checa del taller de la otra iniciativa de Trpak, Scoolpt. Un joven arquitecto y programador, Jiri Vele, programó un robot automotriz para la impresión 3D de concreto. Scoolpt, en colaboración con Master Builders Solutions (BASF), desarrolló una nueva mezcla de concreto para impresión que está enriquecida con fibras de nano-polipropileno, plastificantes que mejoran la plasticidad y producen mejores formas orgánicas, y un acelerador de fraguado. Este tipo de concreto se endurece después de 24 horas a la firmeza estándar de los cimientos de una casa familiar clásica (es decir, 25 MPa). Después del endurecimiento total en 28 días, el concreto adquiere los valores (65 MPa), lo mismo que en los puentes
En comparación con las casas pasivas convencionales, las casas impresas pueden ahorrar hasta un 50% de todos los costes y se construyen siete veces más rápido. En comparación con los edificios de ladrillo, la impresión 3D también genera hasta un 20% menos de emisiones de CO2.