Si eres de los que no se quedan en casa frente a las circunstancias actuales y te propones viajar estas Navidades porque te encanta el alpinismo, este puede ser uno de tus destinos. Como una piedra preciosa que emerge de la montaña y ha sido tallada por el viento se alza, a 3.026 metros de altura, el refugio Sasso Nero en los Alpes italianos, al cual se accede tras más de tres horas de ascensión a pie desde el valle de Aurina. El estudio Stifter+Bachmann optó por una casa prefabricada con elementos de madera que fueron llevados por un teleférico construido para la ocasión para su montaje in situ. La estructura se revistió luego con cobre, un material que alude al pasado minero de la región y que también fue elegido por su mutabilidad, al "envejecer" naturalmente con el paso del tiempo y la acción de los elementos naturales, lo que no le resta resistencia. Para minimizar su huella en el entorno, la cabaña prefabricada toca el suelo solo a lo largo de cimientos de tiras estrechas que están ancladas en la roca, y se eleva a una altura de seis pisos. La construcción tardó dos años en completarse debido a la dificultad de acceso al lugar, y está diseñada para resistir los vientos huracanados que a menudo azotan las montañas de los Alpes.