Gio Ponti alzó la catedral de Taranto al sur de Italia, un edificio con un campanario que se abría al cielo a modo de chimenea, como los hermanos portugueses de Aires Mateus se encargaron de transformar un colegio de la Sagrada Trinidad datado del XVI en una iglesia ajustada al XXI. Al parecer, muchos son los arquitectos estrella que cuentan con un templo en su currículum, incluido el británico John Pawson, que no ha firmado uno sino varios. Es autor del monasterio de Nuestra Señora de Novy Dvur en la República Checa, y en Hungría renovó una basílica del siglo XIII patrimonio de la Unesco con el objetivo de hacer lo mismo que en la de St Moritz en Alemania. En ambos proyectos, él se ocupó de devolverles el aspecto que lucían cuando se inauguraron en su día.
Algo parecido se ve ahora en la iglesia de St John de Hackney al este de Londres, el primer monumento sacro que Pawson ha resuelto en su país. No es uno cualquiera. La parroquia anglicana la diseñó en 1792 el arquitecto James Spiller –el responsable de la gran sinagoga de la capital inglesa- proyectando un complejo de ladrillos vistos, pórticos y un campanario hecho mediante elementos curvilíneos y piedra de Portland. El problema era que, tras un incendio en 1955, a los de la iglesia se les ocurrió revestir el interior con una combinación de colores un tanto extraña, lo cual distorsionaba la sencillez de su planta original con forma de cruz griega. Pawson empezó recuperándola, dentro de una obra para la que han hecho falta alrededor de seis millones de libras y tres años de trabajo.
Entre las intervenciones salta a la vista dos capillas en las alas norte y sur, además de una serie de salas anexas en la parte trasera que a la parroquia le sirven de oficinas y almacenamiento, y que son totalmente imperceptibles para quienes acudan a rezar: sus paredes se han cubierto con paneles de un roble oscuro –en honor al órgano original y a los bancos de madera de la segunda planta- en un formato acanalado –para que los paneles dialoguen con los acabados estriados de las columnas estructurales-. El complejo también contempla hoy una nueva fuente circular en una de las dos capillas, una cruz procesional ideada por el propio Pawson y un altar muy distinto al de antes.
Resulta diferente porque el retablo y el texto que lo rodea –es decir, el Credo, el Padre Nuestro y los Mandamientos– se han vuelto a pintar con un baño dorado a contraste con el blanco de las paredes. ¿Y qué hay del tamaño del altar? En 2022 es mucho más grande, en línea con la intención del arquitecto inglés, quien necesitaba que se pareciera y actuara como un escenario y no por gusto o capricho suyo. Era la exigencia de esta iglesia que lleva años abriendo su programación religiosa a todo tipo de eventos. De hecho, en la St John de Hackney es donde se organizaron en 2015 y 2016 los míticos conciertos de Coldplay y Florence and The Machine, aún disponibles en YouTube para observar, entre otros detalles, cuál fue el previo de este discreto y respetuoso lavado de cara.