Así es el edificio de viviendas más alto de Baleares construido en clave pasiva

En Palma de Mallorca, OHLAB acaba de terminar el edificio de viviendas más alto de las islas con certificación Passivhaus. Un proyecto que deja claro que la belleza no está reñida con la eficiencia.

La fachada de todo el edificio está recubierta con paneles correderos de pino termotratado, inspirados en las persianas mallorquinas tradicionales, que funcionan como filtro solar y permiten aprovechar su potencial de forma eficiente al desplazarlas y crean en el interior un juego de luces y sombras que le aportan carácter.

La fachada de todo el edificio está recubierta con paneles correderos de pino termotratado, inspirados en las persianas mallorquinas tradicionales, que funcionan como filtro solar y permiten aprovechar su potencial de forma eficiente al desplazarlas y crean en el interior un juego de luces y sombras que le aportan carácter.Foto: José Hevia

Isabel Margalejo
Isabel Margalejo

Directora de Arquitectura y Diseño

Entre las copas de los árboles del Paseo Mallorca de Palma asoma un edificio que se sale de lo ordinario, recubierto con una versión modernizada de las persianas mallorquinas, unos paneles de lamas verticales de pino termotratado. Puede parecer una decisión estética, pero se trata de pura sensatez. Se desplazan dependiendo del momento del día ejerciendo como filtro solar. Esta es una de las decisiones que ha tomado el estudio OHLAB a la hora de diseñar el bloque residencial más alto de las Baleares construido con estándares Passivhaus, que buscan la máxima eficiencia energética. La demanda para climatización se ha reducido así en un 90%. "La intención del cliente, Ramis Promociones, ha sido crear un edificio de referencia en Mallorca, por sus calidades y su diseño. Nosotros añadimos la exigencia en la sostenibilidad y la eficiencia energética, con materiales locales y referencias a la cultura mediterránea. Además, aquí también hemos cumplido con el concepto nZEB, que exige que esa cantidad mínima de energía esté cubierta en muy amplia medida por fuentes renovables", cuentan Paloma Hernáiz y Jaime Oliver, las dos cabezas del estudio.

Diez apartamentos se reparten en ocho plantas. El ático del reportaje, de 340 metros, ocupa las tres últimas, vivienda en la sexta y séptima y una terraza en una parte de la octava. Abajo, salón, comedor a doble altura, cocina y un dormitorio con baño. Arriba, las habitaciones y sus baños respectivos. Todas las alturas del bloque están conectadas por un patio interior, umbrío y fresco, ajardinado con cañas de bambú en homenaje a la riera típica mediterránea que tiene enfrente, y que permite una ventilación cruzada, de nuevo pura sensatez ejecutada con esteticismo. "En nuestro clima lo más difícil es controlar el exceso de calor en verano y alcanzar la estanqueidad. Por lo general, el mundo de la construcción todavía no está habituado a este tipo de exigencias, que requieren de mucho cuidado en la puesta en obra de todos los industriales".

La sostenibilidad es durabilidad, de ahí que hayan usado materiales excepcionales y, en la medida de lo posible, de cercanía: piedra de Binissalem en baños y cocina, roble en el suelo, nogal para las puertas, cedro en los interiores de armarios...; tratados de forma respetuosa, con naturalidad, pero con refinamiento. Paredes y techos se han revestido con mortero de cal con esta misma premisa. Pensar de esta forma es la norma y no la excepción en un estudio que levantó su primera vivienda pasiva, Casa MM, hace ya siete años.

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En el salón, a la izquierda, silla Conca con reposapiés, de La Pecera y, en primer plano, lampara de sobremesa Top of the Tongue, de Michael Anastassiades, en Naharro Showroom

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Los espacios sociales dan a este frente.

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Para la entrada del edificio, OHLAB ha diseñado junto con el paisajista Jonathan Bell un muro de caña de bambú, típico en las rieras mediterráneas, una referencia a la caña natural del Paseo Mallorca que se encuentra frente al bloque. Este mismo muro se prolonga hacia el patio ajardinado interior del edificio, un pulmón verde que conecta los ocho pisos.

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"Hemos apostado por zonas comunitarias para los vecinos, algo poco frecuente en una zona tan densa de la ciudad". 

Ohlab edificio passivhaus mallorca  ascensor

Escaleras, ascensores y corredores comunes se han planteado con tres únicos materiales: piedra de Sierra Elvira en el suelo y paneles de hormigón reforzado con fibra de vidrio (GRC) con un acabado acanalado y apomazado y palillería de nogal francés en las paredes, usada también en los interiores de los ascensores.

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Detalle de los pulsadores de latón artesanales.

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La generosa cocina proyectada con una encimera de piedra de Binissalem a medida por Contract Stone.

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El frente de armarios con los electrodomésticos panelados es de roble francés hecho a medida por un carpintero. Grifería, de Dornbracht, taburetes 1.3 de roble, de Zeitraum, en Decágono, y lámpara HPendant, un diseño de OHLAB editado por Contain Mallorca.

Ohlab edificio passivhaus mallorca  dormitorio

"En este proyecto hemos definido una fachada más opaca y pétrea en la parte trasera, protegiendo las zonas de noche, y una más transparente rematada con una celosía de madera en las zonas de día", explica OHLAB. En el salón, sofá de lino Odeón, de Blasco, butacas de madera y rejilla y alfombra, todo de anticuario, y mesa de piedra negra pulida hecha a medida, diseño del estudio.

Ohlab edificio passivhaus mallorca  comedor

En el comedor a doble altura, mesa Welles de la portuguesa De La Espada, de más de tres metros de largo, patas de hierro fundido y sobre de roble, y sillas de estilo Windsor, de Sollos; todo, en Decágono. Lámparas Corfu de cristal soplado artesanal, de Gordiola, la mítica firma mallorquina. El parquet de roble de tablones de gran formato es común a todos los espacios, incluida la cocina.

Ohlab edificio passivhaus mallorca  baños. Ohlab edificio passivhaus mallorca  baño

En los baños se usaron los mismos elementos que en la cocina: encimera o lavabos de piedra de Binissalem y grifería de Dornbracht.

Ohlab edificio passivhaus mallorca  spa. Ohlab edificio passivhaus mallorca spa

La piscina interior comunitaria, en el sótano del edificio.

Ohlab edificio passivhaus mallorca  baños

 Contenedores de nogal a medida hechos por Nord i Sapi.

Ohlab edificio passivhaus mallorca  dormitorio

En el dormitorio principal la bañera exenta, de Inbani, se ha ubicado a los pies de la cama, de Flou, como anticipo del baño. Butaca Mad de roble, de Sollos, en Decágono; lámpara de cristal, de Gordiola, y alfombra de anticuario. El techo y las paredes se han recubierdo con mortero de cal, que aporta calidez con un aire muy mediterráneo y hace innecesario el uso de pinturas, muchas veces tóxicas.

Ohlab edificio passivhaus mallorca  entrada

Los buzones del inmueble en roble y latón. Cada detalle está cuidado al extremo.

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