El vino, su proceso de producción y de cata ha sido la inspiración de la que ha bebido Villalón Studio para este proyecto en Haro, La Rioja. Una tienda y zona de cata de vino para Bodegas Rioja Alta en la que el estudio liderado por la interiorista María Villalón ha recurrido a materiales tradicionales, como la madera, el hierro o la terracota, pero tratados de manera contemporánea.
"Era la primera vez que trabajábamos con una bodega y el proyecto nos llegó durante el confinamiento de 2020 por lo que los primeros pasos se dieron en la distancia. Tras eso, hubo muy buena conexión con ellos porque buscaban algo artesanal y relacionado con el origen y la tradición del vino", señala la interiorista María Villalón. Así, desde el principio y para rendir homenaje a su pasado, en el proyecto de este "Garaje del club de cosecheros" para las Bodegas Rioja Alta se respetaron algunos de los elementos constructivos y materiales del espacio, una antigua cochera en la parte central de los jardines de la bodega con muros de mampostería y una estructura de techo hecha de madera.
Desde Villalón Studio comenzaron a estudiar el mundo del vino y se centraron en la importancia del tiempo, en ese recorrido temporal desde el momento en que la vid se nutre de la tierra hasta que su fruto llega a nosotros en forma de caldo y lo reflejaron en la distribución del espacio y en los materiales utilizados. Se dividió en varias zonas: tienda; reservado; office; almacén; terraza y aseos y, al igual que el proceso de elaboración y cata de un buen vino, todas ellas se diseñaron para ser disfrutadas y experimentadas con el tiempo necesario para vivirlas.
"A la hora de elegir los materiales nos dimos cuenta de que, aunque estos fueran de alma tradicional, algo necesario con una bodega centenaria, queríamos alejarnos de lo rústico y tratarlos de una manera moderna", explica Villalón. De este modo, el espacio se ha diseñado en madera, hierro, piedra y terracota, "materiales que, como el vino, envejecen bien". Como un guiño al interior de las barricas de Bodegas Rioja Alta, cuya madera se somete a un proceso de quemado, la barra de madera de roble de la zona de cata se ha teñido en un tono oscuro, creando un efecto semejante.
Sin embargo, la estrella del espacio es una espectacular escultura de hierro forjado con forma de roble del artesano sevillano Fernando Oriol. Con ella, se hace una vez más un homenaje al roble, la madera de la que están elaboradas las barricas del vino de Bodegas Rioja Alta, y se introduce una pieza de arte en un proyecto funcional y poético. "Como ya estamos en plena naturaleza, la escultura también fue una forma de introducir vegetación. Es una pieza increíble, totalmente hecha a medida y con las hojas hechas a mano y una forma de reivindicar la artesanía, algo que hacemos en todos nuestros proyectos", concluye Villalón.