Una antigua imprenta de Barcelona convertida en una oficina moderna y eficiente
El estudio Harquitectes ha rehabilitado una antigua nave industrial en Esplugues de Llobregat (Barcelona) para convertirla en la nueva sede corporativa de la farmacéutica Galenicum.
La nueva sede y centro I+D de Galenicum ha supuesto una inversión de más de 10 millones de euros.
La compañía farmacéutica Galenicum ha estrenado recientemente sus nuevas oficinas centrales en la población barcelonesa de Esplugues de Llobregat. El proyecto lo ha diseñado el estudio Harquitectes, conocido por su sensibilidad a la hora de ensalzar materiales sencillos y vernáculos como el ladrillo cerámico. En este caso, la materia prima con la que han trabajado los arquitectos es el hormigón de las vigas y columnas de una antigua imprenta, un espacio de 4.000 m2 que tras la rehabilitación alberga una instalación donde se ha dado prioridad a la sostenibilidad, la eficiencia energética y el bienestar de los trabajadores.
El hall de bienvenida, de 900 metros cuadrados, incluye un espacio multifuncional.
El nuevo edificio, bautizado con el nombre de Pergamon, ciudad griega donde nació Galeno de Pérgamo, reconocido médico y filósofo del s. II d. C. que inspiró el nombre de la compañía, acoge a más de 150 trabajadores y se divide en tres partes estructurales: un vestíbulo de bienvenida, de 900 m2, con un espacio multifuncional en forma de ágora para fomentar la socialización de los usuarios; los espacios de oficina, de 2.000 m2, y la zona de I+D con un laboratorio de vanguardia, así como un gimnasio, que ocupan una superficie de 960 m2.
El proyecto ha aprovechado las ventajas de la estructura pesante del edificio, que hace que las condiciones climáticas del interior sean siempre mejores que las del exterior, así como las excepcionales condiciones lumínicas y diáfanas de la antigua nave.
El proyecto ha aprovechado las ventajas de la estructura del edificio, que hace que las condiciones climáticas del interior sean siempre mejores que las del exterior, así como las excepcionales condiciones lumínicas y diáfanas de la antigua nave. Así, se ha procedido al aislamiento y la estanqueidad de la fachada y de la cubierta para producir un espacio intermedio capaz de aprovechar, de forma dinámica, las condiciones exteriores cuando estas son favorables. Además, los materiales y productos añadidos en la estructura existente son de baja energía incorporada, como el panel estructural de madera laminada.
En la parte de las oficinas se han ideado unos espacios con forma de “donut” que permiten organizar el trabajo en círculo para los diferentes equipos, rodeando un jardín interior en cada uno de ellos y conectados entre sí.
El proyecto ha incorporado también elementos de diseño y sistemas de eficiencia energética para el acondicionamiento climático que permiten optimizar la temperatura de los diferentes espacios de forma natural sin necesidad de utilizar sistemas de acondicionamiento artificial. Un suelo radiante/refrescante controla la humedad mediante tecnología domótica. Este sistema no solo contribuye al ahorro energético, sino que también produce una sensación de confort mucho más agradable y natural que la que ofrecen los acondicionamientos artificiales.