Alvaro Siza gana el Premio Nacional de Arquitectura 2019
El arquitecto portugués es el primer arquitecto no español en recibir este reconocimiento. Con motivo del premio repasamos algunas de sus obras más significativas.
Hace pocos días José Luis Ábalos, Ministro de Fomento de España en funciones, anunciaba la decisión de la concesión del Premio Nacional de Arquitectura al portugués Álvaro Siza. El jurado, reunido en Cuenca en el Congreso Internacional de Arquitectura y Paisaje que contaba con Portugal como país invitado, debería haber anunciado la decisión la noche del jueves pero tuvo que posponerlo por falta de acuerdo. Finalmente Ábalos lo anunciaría a través de su cuenta de twitter, reconociendo los aportes de Siza a la arquitectura y las ciudades españolas, y es que el portugués es el primer arquitecto no español en recibir este reconocimiento, un galardón otorgado por el Ministerio de Fomento español dotado con 60.000 euros.
No es ni mucho menos el primer gran premio que recibe Siza, que recibió el Premio Pritzker, máximo reconocimiento del ámbito de la arquitectura, en el año 1992 o el Premio Mies van der Rohe, también conocido como Premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea, que le fue otorgado en su primera edición en 1988. Sin embargo, es compartido el asombro entre buena parte de la comunidad arquitectónica nacional por esta decisión en lugar de premiar a alguno de los muchos profesionales del país que podrían merecer esta distinción. En cualquier caso, es incuestionable la huella de Siza en el territorio nacional, no sólo por sus proyectos construidas sino también por la influencia que su obra ha podido ejercer en siguientes generaciones. Tanto la proximidad geográfica y cultural así como la afinidad de su arquitectura con la de ciertas líneas de aquí, ha llevado a que desde los años de escuela su nombre se escuche con frecuencia. Son especialmente emblemáticos de sus proyectos en España el Centro Meteorológico en la Villa Olímpica de Barcelona, construido en 1992 poco antes del comienzo los Juegos Olímpicos, y el conjunto de 39 viviendas de protección oficial construido en Cádiz, que supuso el primer asentamiento de la ciudad de Cádiz construido frente al mar. También son significativos los edificios que diseñó para el rectorado de la Universidad de Alicante y de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de Santiago de Compostela, ambos muy representativos de la arquitectura del portugués, con sus volúmenes de geometrías limpias, líneas rectas y potencia del blanco.
Peor desenlace tuvo su proyecto para la nueva entrada de la Alhambra de Granada que fue cancelado por la Junta de Andalucía y nunca construido por la polémica que su propuesta despertó entre el comité al considerarlo "demasiado invasivo" argumentando que podría llegar a jugar negativamente en el valor de este gran monumento Patrimonio de la Humanidad. La propuesta de Siza, que el arquitecto defendía desde su convencimiento de que la continuidad con los principios que guiaron la construcción de la Alhambra no implica necesariamente la mímesis, ascendía a un presupuesto de casi 45 millones de euros cuando muchas de las funciones para las que estaba proyectado podían ser albergadas en otras edificaciones existentes, alegaba el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS). Después de aquel complicado episodio, de alguna manera este premio parece tejer el reencuentro con el arquitecto portugués y su carrera.