La que está considerada como la Silicon Valley de China, sede de gigantes tecnológicos como Huawei, OnePlus, Tencent o la empresa que fabrica casi todos los iPhone, es una metrópolis con vocación futurista que está esculpiendo su skyline a base de proyectos espectaculares, desde nuevos desarrollos urbanos –algunos con sello español– a museos impresionantes. Nombren a cualquiera de los primeros espadas de la arquitectura internacional (Foster+Partners, Zaha Hadid, MAD, BIG, SANAA, Rogers Stirk Harbour + Partners, MVRDV...); todos tienen un proyecto construido o entre manos allí.
Como no podía ser de otro modo por su impacto en el paisaje, los rascacielos son la punta de lanza de esta prodigiosa transformación. Para dar una idea de la magnitud del fenómeno, Shenzhen no tuvo su primer edificio de más de 150 metros de altura hasta 1985; tres décadas y media después, más de un centenar de rascacielos supera esa altura en la ciudad, y doce se elevan más de 300 metros. Estos datos convierten la ciudad china en una auténtica "factoría" de rascacielos, de los que ofrecemos a continuación una muestra elegida por el pedigrí de sus autores.
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