Al mismo ritmo con el que desnudamos nuestras intimidades, de manera más o menos fidedigna, a través de las redes sociales, hemos ido derribando las barreras que se levantaban en el interior de nuestros propios hogares. Renunciando a un concepto de “intimidad” que aparece hoy más relegado que nunca a reducidos aspectos de nuestra vida, del mismo modo que las estancias de nuestras casas han ido perdiendo esa distinción tradicional entre lo público y lo privado que las caracterizaba. Un hecho que ha ido generando en contraposición viviendas cada vez más públicas para residentes y asiduos visitantes, en las que las cocinas se presentan como máximo exponente de esa silenciosa revolución social en la que nos encontramos inmersos. Pasando en unas pocas décadas de ser uno de los terrenos más acotados de cualquier hogar, a levantarse como parte integrante de comedores y salas de estar. Una tendencia que no va hacer sino aumentar en los próximos años, y que tenemos intención de ayudarte a implementar con esta serie de consejos con los que conseguir una cocina completamente abierta e integrada.