Con sus estudiados perfiles y sus superficies milimétricamente detalladas, la función de las molduras siempre ha sido la de decorar. Y aunque es verdad que tendemos a pasarlas por alto, su presencia no solamente contribuye a crear espacios más acogedores y cuidados, sino que pueden llegar a convertirse en el elemento central de la decoración de cualquier estancia. Es tanta su versatilidad, que podremos encontrarlas tanto embelleciendo paredes y techos con los más diversos motivos, como en forma de rodapiés, zócalos, cenefas o enmarcando techos, puertas, ventas y armarios. Los tiempos también han pasado para ellas, y si habitualmente se fabricaban en escayola y madera, hoy podemos encontrarlas en distintos materiales aglomerados, en PVC, o en poliestirenos y poliuretanos de la más alta calidad. Escapando, siempre que sea necesario, a su tradicional halo de clasicismo, sus motivos también se han modernizando, y las volutas y filigranas más recargadas han evolucionado hacia diseños más limpios, acordes a las últimas tendencias.

Cocina con moldura de escayola.

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Ayudan a delimitar ambientes

Uno de los problemas más importantes en decoración es encontrar la manera de generar distintos ambientes en una misma habitación. Estos deben ser capaces tanto de amoldarse a los diversos usos como de integrarse para dar forma a una única atmósfera. Es como si habláramos de una serie de pequeños planetas, que se unen para componer un único universo. Y una manera tan sutil como certera de conseguirlo, es recurriendo al uso de las molduras. Situándolas en el techo podrán ayudarte a separar la zona de comedor de las de estar y conversación, mientras que en una pared contribuirán a impulsar esa sensación frontal de división. Si además te atreves a jugar con diferentes tonalidades de colores, esa compartimentación la sentirás todavía más acentuada.

Espacio decorado con diferentes diseños de molduras.

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Ideales para espacios pequeños

Podrías pensar que su uso es especialmente apto para cuando dispones de grandes alturas o de enormes habitaciones; y no te faltaría razón. Pero es en los espacios pequeños donde pueden resultarnos de gran utilidad. Es aquí, donde la superficie escasea y hay que aprender a sacarle provecho al último metro cuadrado, cuando deberemos echar mano de nuestra imaginación. Con ella y con una buena selección de molduras, podremos crear esa lista de diferentes ambientes de la que hablábamos, y sin desperdiciar un solo metro. Aplicándolas en una sola pared les daremos mayor protagonismo, o quizás prefieras crear un falso efecto empanelado; para lo que únicamente necesitaras unas pocas molduras de perfil sencillo. Recuerda eso sí mantener un equilibrio y no saturar demasiado el espacio, o conseguirás una sensación de mayor estrechamiento. Cosa que por el contrario puede serte especialmente útil para crear estancias extremadamente acogedoras y cálidas.

Decoración mediante molduras de líneas sencillas.

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Sirven de apoyo a la iluminación

Todavía es habitual ver los tradicionales rosetones de escayola —algunos auténticas obras de artesanía— en lo alto de muchas habitaciones, donde las lámparas de líneas clásicas han ido dando paso a diseños cada vez más vanguardistas, o puede que incluso hayan desaparecido para destacar el carácter puramente ornamental de la moldura. Siempre se ha recurrido a utilizarlas como nexo y elemento de unión entre el techo y las luminarias, una función que se ha conseguido llevar hasta el extremo con la aparición de la iluminación LED. Ahora no solamente las molduras sirven de soporte a los más diversos apliques de luz, sino que firmas como Orac Decor permiten integrarlos para crear sorprendentes diseños de iluminación, tanto directa como indirecta, para paredes, techos y medias alturas.

Moldura perimetral con iluminación incorporada de OracDecor.

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Enriquecen el espacio

Fue durante el Barroco cuando más se desarrolló el dramático juego que se da entre luces y sombras. Un abigarramiento de formas y motivos que otorgaba un efecto de movimiento a fachadas, interiores e incluso a piezas de decoración y mobiliario. Claro está que las tendencias de hoy no son las mismas que en el siglo XVII, pero con las molduras de ahora puedes jugar a generar esas mismas sensaciones de movimiento y dramatismo, y todo con un lenguaje totalmente actual. Para ello solamente necesitarás unas pocas molduras con las que podrás diseñar paredes con sorprendentes motivos geométricos —toda una tendencia—, o trazar diferentes cenefas perimetrales. Cualquiera de la opciones contribuirá a enriquecer el espacio, otorgándole una mayor profundidad a través de las tenues sombras.

Diseño geométrico a base de molduras simples.

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Perfectas para cualquier estilo

Es esa versatilidad de materiales y formas en las que podemos encontrarlas, la que hace que puedan adaptarse a cualquier estilo y tendencia. Es cierto que debido a su tradición y herencia como motivos históricamente ornamentales, las molduras y piezas de escayola decorativa suelen asociarse a interiores de corte clásico. El movimiento moderno consiguió relegarlas a cosa del pasado, pero actualmente se han convertido en un elemento decorativo que, si bien sigue transmitiendo una gran calidad ambiental, han demostrado que no tienen por qué ir de la mano de una decoración estilo Luis XIV. Acompañando esas molduras de inspiración más barroca de diseños modernos y minimalistas, conseguirás un ambiente delicadamente refinado. Si lo que buscas es algo más excéntrico, saturando los espacios de molduras conseguirás la perfecta decoración kitsch. Mientras que si por el contrario deseas construir un entorno totalmente actual y contemporáneo, nada como recurrir a los últimos diseños de líneas finas y depuradas.