El frío es tanto una realidad física, como una realidad emocional. Y seguro que todos nosotros podríamos contar numerosos ejemplos para ilustrar ese hecho. Tampoco hay duda de que ese frío físico, ese frío proveniente del medio natural, puede seducir a más de uno con sus ambientes nevados y sus románticas lloviznas. Mucho menos agradable por el contrario resulta cuando esa sensación de frío traspasa las fronteras de nuestro cuerpo, dejándonos helados y tiritando ya sea a causa de las temperaturas o por una sensación psicológica más difícil de remediar. Nuestro hogar, cabaña y refugio de nuestra intimidad, debería estar a salvo de esas sensaciones. Y para ello, para que puedas hacer de él el perfecto lugar donde reconfortar cuerpo y espíritu, te presentamos esta lista de 10 esenciales con los que crear el más abrigado y cálido de los ambientes.

Combinación de colores cálidos.


01

Recurre a los colores cálidos.

Como siempre antes de decorar, es esencial que tengamos en cuenta los tonos y las combinaciones de colores que vamos a querer utilizar. Para crear un ambiente cálido, nada como recurrir a la preeminencia de colores tierra y a la utilización de marrones, de un blanco roto o de diferentes gamas de beige, topos, mostazas, naranjas, verdes o rojos. Toda una gran variedad de colores cálidos que podrás combinar entre ellos a la perfección, y que deberás tener muy en cuenta llegado el momento de elegir desde el color de las paredes, al estampado de un tapizado o el más pequeño de los detalles decorativos.

Interior con cálida estructura, suelo y mobiliario de madera vista.


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Madera a la vista.

Nada como recurrir a la madera para lograr imitar esa atmósfera tan cálida y ese aire a refugio nórdico y cabaña alpina. Utilizándola únicamente en el suelo mediante un reconfortante y cálido parqué o extendiéndola por paredes e incluso techos a través de empanelados y murales. Su presencia supone uno de los mayores recursos para dar calidez a una habitación, y no solamente podemos incluirla mediante estos elementos. Disponer de puertas, mesas y mobiliario de madera vista será un remedio igualmente válido para lograr nuestro objetivo. Y si tu vivienda cuenta con chimenea o buscas darle un aire todavía más rústico, nada como una buena pila de leña tan útil, como decorativa.


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Una buena alfombra.

Ya te aconsejábamos el uso de una alfombra como recurso para aumentar el aislamiento térmico y acústico de una habitación. Y eso es porque además de decorar, son excelentes amortiguadores del sonido y limitan las pérdidas de calor a través del suelo. Salvo que contemos con un suelo radiante, contar con una de ellas a nuestros pies será todo un placer durante los fríos días de invierno. Un recurso indispensable para nuestra perfecta habitación cálida.

Salón con alfombra Kilim Diamonds, de DAC Carpets, que aporta calor al salón.


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Bajo la promesa de una manta.

Las mantas gruesas y tupidas son en sí mismas una promesa frente el frío. Ni siquiera hará falta desdoblarlas y acurrucarnos bajo sus hebras para que nos transmitan toda su calidez, y ya con su sola presencia o el leve roce de sus hilos, serán capaces de aumentar nuestra temperatura corporal y contribuir a nuestra sensación de confort. En cuanto a su tejido, las realizadas con fibras naturales como el mohair o la lana virgen resultarán tan agradables al tacto, como firmes contra las bajas temperaturas. Las de algodón de punto grueso siguen siendo toda una tendencia, las sintéticas resultan igualmente prácticas y cálidas, y si buscas alguna más decorativa, nada como las de pelo natural o de imitación.


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Cortinas para vestir la luz.

Además de tamizar la luz y alejarnos de miradas indiscretas, las cortinas también resultan un elemento con el que poder aumentar la calidez de una habitación. Las ventanas y cristaleras son los elementos más fríos de una vivienda, tanto visual como térmicamente hablando, y revestirlas hará disminuir esa sensación tan fría que las acompaña. Durante el día, con su color y su textura las cortinas influirán tanto en la cantidad, como en el tono de la luz natural que se introduzca en nuestro hogar. Y llegada ya la noche, serán un importante elemento visual cuya presencia influirá en el resto de elementos de la habitación. No hay que olvidar que en decoración, los colores se influyen unos a otros.

Pequeño rincón con una estufa de hierro forjado.


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Contra el frío: chimeneas, radiadores y estufas.

Como estamos viendo existen muchos elementos que nos pueden ayudar a aumentar la sensación de calidez de un ambiente. Pero llegado el frío, el de verdad, se hace indispensable contar con elementos que den calor a nuestra habitación y nos permitan habitarla y disfrutar al máximo de ella. El magnetismo estético que posee el calor de una buena llama es algo indiscutible, y es por eso que la opción de contar con una buena chimenea sigue siendo el principal de los recursos decorativos frente al frío. Como alternativa puedes estudiar la instalación de una estufa de leña, de gas o de pellets, y por supuesto optar por un buen radiador. Respecto a ellos, la tendencia no es tanta la de ocultarlos como la de dejarlos bien vistos. Los de aspecto antiguo serán tan prácticos como decorativos, y existen actualmente multitud de diseños modernos que seguro irán a la perfección con tu estilo de decoración. En cuanto a su situación, la mejor posición de un radiador en nuestro hogar siempre será al pie de la ventana y junto a la puerta de entrada. Es en esos puntos donde se produce el principal salto térmico entre la temperatura interior de nuestro hogar y el exterior, y colocándolos ahí impediremos que el aire frío y las bajas temperaturas se adueñen de nuestra casa.


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Cojines para cualquier rincón.

Mullidos y adaptables a cualquier estilo, son los compañeros indispensables de sofás, camas, divanes, butacas e incluso sillas. Con ellos incrementaremos nuestra sensación de calidez, disminuiremos la humedad en el ambiente y potenciaremos el estilo de nuestra decoración sea cuál sea. Un buen recurso que hará aumentar todavía más nuestra sensación térmica, será apostar por forrarlos con tejidos gruesos donde predominen esa gama de rojos y tonos tierra de la que hablábamos. Al igual que en las alfombras, también los cojines de punto grueso y marcado siguen siendo toda una tendencia a la que puedes sumarte.

Salón con cálidas mantas y cojines con estampado geométrico.


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Textiles cálidos: terciopelos y lanas.

La materialidad de esas piezas textiles que hemos venido enumerando será un factor importante. Ya no solamente por su valor térmico, sino también para crear espacios a la última en decoración. Hay que recordar que el cambio de patrones en tapizados, cortinas y mantas, es una de las manera más rápidas y efectivas de dar un nuevo aspecto a cualquier habitación. Y si en cuanto a sus estampados existe una gran variedad de motivos entre los que poder elegir, en su materialidad deberías optar por tejidos naturales como el algodón, el lino o alguna variedad de lana. El terciopelo también será una excelente opción. Muy en auge como tendencia, su acabado denso y tupido te servirá tanto para mantas y cortinas, como para tapizar sofás, cojines y sillas.


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Recurre a una iluminación cálida.

Era uno de los puntos que te aconsejábamos tener muy en cuenta a la hora de iluminar tu casa. Tan indispensable entonces como ahora, una correcta iluminación artificial es fundamental para lograr construir esa atmósfera cálida y acogedora. Recuerda recurrir para ello a bombillas de temperatura siempre cálida, reduciendo la presencia de luces frías a contados portalámparas y puntos de luz muy focalizados. Si cuentas con lámparas de pantalla intercambiable, el elegirlas en esos tonos rojizos, anaranjados y tierra le dará a la luz un tono todavía más cálido.

Porcelana de aspecto artesanal y tetera de cálido color rojizo.


10

Piezas en acabados naturales y tonos cálidos.

Cuando en el primer punto de esta lista de esenciales te aconsejaba ante todo elegir una correcta combinación de colores, no era tanto con la intención de que crearas un entorno saturado de color, como para que la tuvieras en mente a la hora de elegir hasta el más pequeño de los detalles. Detalles que de igual manera que el tapizado de un sofá o unas cortinas, harán que tu habitación resulte cálida y confortable. Apostar por piezas de cerámica artesanal en un acabado natural o de madera será una elección perfecta. Al igual que elegir tazas, vajillas o jarrones con pequeños detalles de un tono rojo o rojizo, cuya potente presencia insuflará un mayor grado de temperatura al resto de objetos y a la totalidad del ambiente.