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Como un lienzo. La nueva colección propone un tratamiento artístico del tejido

La nueva colección propone un tratamiento artístico del tejido

Nuevas formas. El volumen aplicado a los vestidos genera nuevas siluetas

El volumen aplicado a los vestidos genera nuevas siluetas

Elegancia en rojo. El burdeos, combinado con negro, es una de las principales apuestas de color

El burdeos, combinado con negro, es una de las principales apuestas de color

Vestidas . Las líneas de los vestidos se superponen creando piezas escultóricas

Las líneas de los vestidos se superponen creando piezas escultóricas

La propuesta de Issey Miyake para los próximos meses es una nueva lección de estilo. El diseñador Yoshiyuki Miyamae, autor de las últimas colecciones para mujer de la firma japonesa, presenta una colección con nuevos volúmenes, que, como reza el título, Beyond, va "más allá". Desde que en 1989 Miyake sorprendiera al mundo con su colección de piezas plisadas, el diseñador y su equipo no han dejado de experimentar con los volúmenes y los tejidos para crear nuevas formas de relación entre el cuerpo y el tejido. Y esta colección otoño-invierno 2016 no es una excepción. Beyond vuelve a unir las técnicas tradicionales japonesas con la última tecnología para crear vestidos que desafían los patrones clásicos.

 

La moda de Miyake aparece íntimamente relacionada al mundo de la arquitectura, a sus formas y volúmenes. Las líneas sinuosas que tanto sedujeron a Zaha Hadid –fue una de sus mayores fans– están presentes también en esta colección. Cuellos que se proyectan de forma asimétrica, faldas que proponen un juego de ondas rígidas o mangas que crecen como lo haría una figura 3D. El diseñador reinterpreta los pliegues que hicieron famosa la firma como lo haría un buen arquitecto, buscando nuevos lenguajes sin perder la esencia por el camino.

La capa burdeos es una de las estrellas de la colección y cerró el desfile en París

La colección se inspira en la actitud del viajero en busca de nuevos horizontes. Aquel que cuestiona lo establecido y se atreve a imaginar nuevos escenarios. Prendas que rompen moldes, que miran al futuro sin olvidar los orígenes: los de un diseñador que dio el salto de Japón a Nueva York, y de ahí a París. Y que temporada tras temporada revalida su título de emperador de la moda. Tal vez no haya logrado crear el equivalente oriental al tejano americano, como era su intención, pero sí ha revolucionado el mundo de la moda con piezas tan artísticas como cómodas.