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La sinergia lograda en este proyecto entre propietario, interiorista y arquitecto ha permitido desarrollar un estilo innovador que destila personalidad y buen gusto.

El proyecto recrea una distribución básica de tipo modular ibicenco con dos muros de piedra seca que actúan como elementos articuladores del juego de volúmenes.

En esta casa se ha servido de las tradicionales muros de piedra seca, la madera y el hierro oxidado.

El salón tiene aberturas generosas al norte y al sur, con ventanales de 8 x 2,80 m, de madera que se consigue el efecto de espacio intermedio.

La lengua de agua de 25 metros de largo otorga a la fachada sur una imagen moderna y rotunda. Para disfrutar del sol, unas tumbonas procedentes de la tienda Caravane Paris.

El salón se eleva sobre el nivel de la piscina y se abre totalmente al exterior gracias a las puertas correderas acrisoladas, escamoteables en los laterales, que cierran la fachada.

La mesa cuadrada se ha concebido como una escultura realizada con hierro forjado. La alfombra es del fabricante Woodnotes. El ambiente lo preside una lámpara de cristal de murano realizada por la firma Murano Glass Company.

El desnivel donde se ha situado una zona de asientos, se ha pavimentado con cemento pulido a mano. Los tapizados de los cojines proceden de la tienda Caravane. Las mesas de centro son el modelo Kira, del mismo establecimiento.

En la cocina, la campana extractora es la firma Pando. La grifería es el modelo Meta 02, diseño de Sieger Design para Dornbracht. El horno es el fabricante Gaggenau.

En contraste con el muro de piedra seca se ha optado por mobiliario de corte industrial, con un acabado sacado gris opaco y la encimera de acero inoxidable.

La escalera está flanqueada por dos muros con aberturas verticales por las que entra la luz natural y crea un juego de luces y sombras. Los escalones se han construido con madera tropical patinada a la cera.

La cama en el modelo Sirius fabricada y distribuida por Caravane París. En el suelo un taburete hecho con neumáticos reciclados.

La grifería de la ducha es el modelo Tara de Sieger Design para Dornbracht. La mesilla de hierro forjado es de Caravane Paris.

La bañera realizada de cemento pulido encerado y excavada en el suelo, a la que se accede por un escalón, también de obra, recuerda a los antiguos hamman árabes.

Los sanitarios se ha equipado con piezas de diseño contemporáneo. Urinario de la serie Starck 1, e inodoro suspendido de la serie Starck 2, ambos han sido diseñados por Philippe Starck para la firma Duravit.

Dos muros de piedra autóctona son los elementos que originan y organizan el conjunto modular de inspiración ibicenca en el que se ha apoyado Jaime Serra para desarrollar el proyecto de esta casa, localizada en la zona central de la isla. El arquitecto recibió de un matrimonio francés el encargo de construir una vivienda en un terreno rodeado de pinos y olivos, con vistas a Dalt Vila y al castillo.

La parcela escondía la sorpresa de un antiguo muro de piedra seca que por su presencia simbólica y por su alineación en sentido este-oeste, acabó determinando la morfología de la construcción y, además dio lugar a la creación de un desnivel en el salón, que permite comunicar las distintas estancias a través de escaleras situadas en varios niveles.

A partir de la organización modular ibicenca con cubos machados, y de la importancia de los muros de piedra que atraviesan la vivienda de este a oeste y de norte a sur, se han distribuido los espacios domésticos: el área central se ha reservado al salón, el comedor y la cocina; los volúmenes laterales alojan las suites para invitados, y en la planta alta se ha ubicado la suite principal. Como el deseo de los propietarios no era una casa para el verano, sino para todo el año, Jaime Serra decidió “abrirla” por su eje trasversal y disponer el salón en el centro, entre los dos volúmenes, con transparencias generosas al norte y al sur.

El resultado es un gran espacio cálido y confortable en invierno y en verano se vuelve un salón casi exterior, bien ventilado y sin aporte energético artificial. Destacable, sin duda, este esfuerzo por dotar a la casa de confort ambiental sin recurrir a sistemas tecnológicos agresivos: orientación al sur para recibir el mayor aporte de luz natural; aleros y aberturas de fachada diseñados para potenciar la radiación solar directa en invierno y atenuarlo en verano. “Hemos conseguido –explica Jaime Serra– que conceptos contemporáneos de la arquitectura como son la transición interior y exterior, la la alternancia entre cerrado y abierto y entre sol y sombra puedan beneficiarse de soluciones tradicionales para articular un conjunto armónico y adaptado al entorno”.