Algunas rehabilitaciones son fruto del entusiasmo por reconstruir con libertad, resignificando radicalmente los espacios de una vivienda anterior. Otras, en cambio, han requerido el despliegue de ideas arquitectónicas capaces de sortear un abigarrado abanico de obstáculos administrativos. Es el caso de este proyecto de reforma de Remy Meijers para una casa del siglo XVII cuyo exterior está catalogado como histórico, y que se encuentra junto a un canal, en la ciudad holandesa de Utrecht. Los interiores han sido renovados según las pautas de comodidad actuales, pero no a expensas de rasgos valiosos del pasado, como la chimenea y los marcos de las ventanas, que han sido restaurados y restituidos a su antigua gloria. Una escalera de acero negro comunica la zona delantera con las secciones posteriores de la casa, y han sido abiertos –y generosamente iluminados– el despacho de la planta baja y el salón, en el nivel superior. El largo pasillo revela la profundidad del espacio, en una morfología ligada a su contigüidad con el canal.
El interiorismo funcional y el mobiliario (diseñado por el propio Meijers) se confabulan para crear una gratificante sensación de amplitud. Un buen interior –explica el arquitecto– es comparable a un rompecabezas terminado, con todas las piezas perfectamente encajadas en un conjunto: la vivienda apta para la vida de cada día. Para lo cual es necesario considerar el papel de cada pieza en el panorama general. El arquitecto ha trabajado con un equipo de artesanos y expertos cuidadosamente escogidos, y juntos han logrado crear interiores que superan la prueba del tiempo. La escalera de acero es ejemplo de buena artesanía, y se combina con su elegancia contemporánea con las vigas originales de madera del techo, debidamente restauradas para reafirmar el carácter auténtico del edificio.
¿Son una bendición o una maldición, para el autor de un proyecto, los obstáculos puestos por una normativa? Remy Meijers considera que es mucho lo que pueden aportar las reglas a la inspiración del arquitecto, así como durante siglos el respeto a la rima y la métrica no ha impedido a los poetas la grandeza literaria. Su trabajo atento a cada una de las piezas del “rompecabezas” demuestra hasta qué punto unos interiores funcionales y modernos pueden convivir con un envoltorio histórico protegido. La visión de esta casa del norte con ojos habituados a la luz del sur de Europa nos permite una percepción peculiar de ciertos elementos. Encontramos, en el panorama de canales bordeados de árboles que se ve desde la ventana del salón, una especial correspondencia con los interiores suaves donde reina la fluidez mimosa y elegante de un gato.