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Cocina y comedor en espacio abierto a doble altura con escaleras en voladizo, lámpara suspendida a gran altura, jarrón decorativo sobre encimera mármol de isla alargada de cocina

El estudio de arquitectura holandés Eklund Terbeek es el artífice de la reforma de este apartamento, tipo loft, para una familia de cuatro personas. La reforma se ha llevado a cabo en la ciudad de Róterdam, sobre lo que en su día fue un antiguo gimnasio de colegio.

Salón con sofá marrón, cojines beige, mesa de centro con detalle cristal, ventanas a gran altura, escaleras en voladizo en pared de madera, estructura elevada bajo ventanas

Una extensión añadida al edificio en la década de 1970 fue derribada para permitir una enorme área de comedor y sala de estar. Hacia el frente del espacio se encuentra la sala de estar, iluminada por cuatro originales ventanas en forma de arco.

Puerta de acceso en madera natural, estante de obra con lámpara de sobremesa en blanco

Frente a un esquema de colores claros y puros, el empleo de la madera en puertas, mobiliario, escaleras flotantes y revestimientos proporcionan calidez al conjunto y uniformidad.

Trasera isla de trabajo con jarrón en extremo, estructura de madera para almacenaje, sillas azul claro comedor, mesa de centro de madera

El comedor, situado junto al frente de armarios de madera que asoma al amplio salón, está presidido por una larguísima lámpara de suspensión que desciende desde el nivel superior hasta la mesa.

Espacio de doble altura con escaleras blancas hacia el piso superior, frentes de armarios en madera, encimera y lateral isla de mármol, balcón piso superior

La cocina se ubica en la parte trasera del espacio abierto y se estructura en una alargada isla revestida de mármol de Carrara. El conjunto se completa con una pared divisoria de madera de roble con capacidad de almacenamiento interior.

Escaleras en voladizo de madera, pasamanos negro, armarios de almacenaje de madera, sofá marrón, cocina en isla

Una de las premisas con las que se encontró el estudio encargado del proyecto fue la de desarrollar áreas de la vivienda lo suficientemente amplias para que la madre de familia, coreógrafa y profesora de danza, pudiera ensayar en casa.

Planta superior con suelo de madera, muro divisorio, balcón de obra a salón u comedor, techo perforado, luminaria suspendida

Al primer piso de la vivienda se accede a través de una serie de escalones que sobresalen de la pared periférica del apartamento. Alternativamente, también se puede utilizar una escalera que se encuentra detrás del tabique de la cocina.

Planta superior, balcón a salón y comedor, suelo de madera, ventan vertical, luminaria suspendida a gran altura

En la planta superior se encuentra el dormitorio principal, así como la zona de vestidor y el baño privado. Esta planta se abre a un entrepiso que asoma a la gran superficie habitable. La placa de yeso perforada aplicada al techo añade textura a un espacio eminentemente blanco.

Dormitorio con estructura suspendida en madera, lencería de cama blanca, suelo de madera, cuadro de tonos tierra en pared, cortinas de tonos ocre, foco de techo, puerta lacada blanca

El dormitorio principal se viste en clave minimalista, siguiendo la estética del resto de la vivienda. La presencia de luz natural, así como materiales nobles y texturas naturales hacen de esta estancia un refugio íntimo y personal.

Baño revestimiento porcelánico a media altura, espejo con apliques, lavamanos con doble seno suspendido, grifería empotrada negra

El suelo de roble del piso superior es sustituido en el baño por mármol travertino que reviste también las paredes. Una encimera suspendida de doble seno con grifería encastrada en negro, acompañada de bañera, ducha e inodoro completan la estancia.

Es relativamente habitual que las viviendas tipo loft lleven consigo asociadas un pasado industrial. Lo que no es tan habitual es que estas se emplacen en antiguas escuelas y más concretamente en gimnasios de principios de siglo XX. Es justo en uno de ellos donde el estudio de arquitectura Eklund Terbeek, con sede en Róterdam, ha proyectado el hogar de una familia de cuatro personas. Una atmósfera minimalista, de espacios abiertos y riqueza de luz natural son las claves de este singular refugio urbano de paredes blancas, techos altos y escaleras suspendidas.

Dentro de un superficie que alcanza los cinco metros de altura, la vivienda se organiza en dos plantas: la inferior alberga un salón, una cocina, así como dormitorios y sala de juegos de los niños; mientras que la superior consta de un dormitorio principal privado y un baño contiguo. La diferencia de nivel entre ambas plantas se resuelve a través de una escalera flotante de grandes dimensiones formada por peldaños de madera que ascienden suavemente desde el salón, o por otra escalera situada junto a la cocina, y escondida tras los armarios de roble. Esta ruta de acceso secundaria permite dar un paseo circular tridimensional a través del apartamento.

El centro neurálgico de la vivienda es la sala de estar, presidida por cuatro ventanas en arco que dejan entrar gran cantidad de luz natural. Debajo de las ventanas, los arquitectos han diseñado una gran y versátil plataforma, a modo de podio, que se engloba dentro de un espacio ya de por sí polivalente. Y es que una de las premisas con las que tuvieron que hacer frente Eklund Terbeek fue la de habilitar un sitio dentro de la casa lo suficientemente amplio para que la madre de familia, coreógrafa y maestra de danza, pudiera ensayar. Si bien originariamente se encontraron limitaciones para abrir cualquier pared, ya que tres de las elevaciones del edificio estaban orientadas a la calle, una extensión añadida en los años 70 fue derribada para dar cabida a un pequeño jardín y a la gran superficie formada por sala de estar y comedor.

Frente a la decoración minimalista del espacio, se han exagerado las características propias del gimnasio original, como son las vigas del techo. Ellas, junto con el balcón, el podio y la isla de la cocina forman una composición dinámica de elementos horizontales que unen las diferentes partes de la casa, a la vez que enfatizan las líneas de visión y fomentan el movimiento a través del espacio.